Stu es un san bernardo de pelaje marrón con manchas blancas que conmovió a miles de personas después de que los encargados de las redes sociales del Stray Rescue of Saint Louis (SRSL), refugio animal basado en San Luis, Misuri, Estados Unidos, compartieran recientemente una serie de imágenes que retratan su radical cambio un par de meses después de ser rescatado de una casa abandonada.
Disfruta de jugar con su pelota favorita, pasar el tiempo con su nueva familia, al mismo tiempo que se acurruca sobre el césped. Su vida no hace más que mejorar, aunque no siempre tuvo tanta suerte.
La mascota sobrevivió a una grave situación de abandono que comprometió su salud, ya que, cuando fue rescatado, estaba 36 kilos por debajo de su peso ideal y se encontraba completamente sucio por vivir durante tiempo indefinido sobre sus propios desechos.
Las huellas de la crueldad
Miembros del SRSL informaron a finales de diciembre del año pasado a través de redes sociales sobre su rescate más reciente en aquel entonces: un san bernardo adulto llamado Stu que se encontraba muy por debajo de su peso ideal, estaba completamente desnutrido y pesaba únicamente 19 kilos de los entre 50 y 80 kilos, saludables para un perro de su raza.
Estaba “empapado” en orina y sus rescatistas le contaron a los empleados del refugio animal que fue encontrado dentro de una jaula en una casa abandonada y sin ningún lugar a dónde ir. Durante tiempo indefinido, Stu vivió sobre su propia “inmundicia”.
El equipo médico del SRSL actuó deprisa para mejorar su deplorable estado de salud; le hicieron análisis de sangre, calentaron con mantas y le dieron agua suficiente, pues estaba completamente “demacrado y deshidratado”.
Sus rescatistas esperaban un verdadero “milagro de Navidad”, pues su situación era muy complicada, por lo que le pidieron a sus seguidores en redes sociales que se mantuvieran al tanto de las siguientes actualizaciones sobre el estado de salud de Stu.
Al poco tiempo, los encargados de redes sociales del refugio le trajeron buenas noticias a sus seguidores, pues el san bernardo había pasado su primera noche dentro de su “casa de acogida médica”. Ahí mismo durmió plácidamente sobre una “gran cama personalizada” ideal para el tamaño característico de su raza y trabó amistad con los otros perros residentes.
Esa primera noche marcó el inicio de su rehabilitación, el san bernardo pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo y sanando sus heridas.
La vida de Stu no dejaba de mejorar y las imágenes que sus cuidadores compartían de él eran la mejor evidencia. A pesar de tener un leve problema estomacal, comenzó a ganar energía, tomar más siestas y demostrar su verdadera personalidad; en palabras de los encargados de su protección, se convirtió en un perro muy amoroso que si dejas de acariciarlo te mordisqueará suavemente la mano hasta que le des más atención.
“Es tratado como si fuera de la realeza y piensa que es un perro faldero. Se encuentra bien por ahora, hasta que llegue a un peso saludable”, acotaron los empleados del SRLS.
Una vida que siempre mereció
El tiempo pasó y Stu continuó en la lucha por ganar peso y mejorar su salud para así encontrar un hogar. El tan ansiado momento de hallar su lugar en el mundo llegó a inicios de mes cuando fue adoptado por una familia responsable.
Sus nuevos dueños le dijeron al refugio que la mascota, quien ha duplicado su peso y sigue ganando kilos, ama a todos los perros y que es un “gran bebé” que quiere que todos sean sus amigos. Es también un animal muy cariñoso que “ansía” atención y al que le encanta la comida.
“Le hace saber a cada humano que conoce que está en la habitación y no parará hasta que tenga muchas caricias y esté satisfecho con la cantidad de atención que ha recibido”, comentaron sus dueños al SRSL.
Su radical cambio conmovió a miles de personas, quienes agradecieron la labor y compromiso del refugio así como el enorme corazón de sus adoptantes, quienes estuvieron más que dispuestos a ofrecerle una segunda oportunidad a aquel san bernardo que fue encontrado desnutrido, demacrado y lleno de suciedad en una casa abandonada.