Siete cachorros desamparados encuentran amor y cuidado tras un trágico abandono

Un par de excursionistas que se encontraban haciendo senderismo por las estribaciones de las montañas Owyhee, en Idaho, Estados Unidos, encontraron un enorme contenedor de plástico que yacía sobre el sendero; al acercarse, notaron que dentro de él habían siete cachorros abandonados.

Al ver la terrible condición de las mascotas, decidieron hacer todo lo posible para sacarlas de su precaria situación, una de esas cosas fue contactar a los empleados de Lake Lowell Animal Rescue (LLAR), organización sin fines de lucro dedicada al rescate animal basada en Nampa.

Una vez bajo la protección de los rescatistas del LLAR, los cachorros comenzaron su viaje hacia una nueva vida, donde con suerte olvidarían su tormentoso pasado marcado por el abandono.

Fue a través de una publicación en redes sociales que miembros del LLAR dieron a conocer la historia de los siete cachorros, quienes fueron encontrados demacrados y deshidratados dentro de una caja en “un lugar remoto” abandonados a su suerte.

Su destino era oscuro y sin la ayuda oportuna de sus rescatistas, hubieran sucumbido ante la falta de alimento. “Tenemos tanto que decir pero no tenemos las palabras en este momento”, escribieron los encargados de las redes sociales del centro de rescate.

Pronto comenzaron a llegar cajas de comida y juguetes que pidieron exclusivamente para los siete cachorros. Todos ellos estaban nerviosos, pero parecían estar acostumbrados al contacto humano antes de ser abandonados en las montañas, pues se mostraron juguetones casi de inmediato con sus salvadores, según declaró Melissa Blackmer, directora del LLAR, al medio estadounidense The Dodo.

Una vez en el refugio, recibieron atención veterinaria oportuna con la que descartaron otros problemas que pudieron ser causados por pasar un tiempo desconocido dentro de aquella caja negra de plástico.

Como no tenían espacio suficiente dentro del albergue para poder recibirlos, los miembros del LLAR se pusieron en contacto con las personas que sabían podían admitirlos temporalmente dentro de un hogar de acogida y, según reportó el medio especializado en animales y mascotas, al poco tiempo los cachorros viajaron a diferentes casas.

Blackmer dijo sentirse agradecida con la red de apoyo que cuenta, ya que gracias a personas como las que recibieron a los cachorros en sus hogares es que es posible otorgarles una segunda oportunidad.

“No podemos expresar lo suficiente lo importantes que son los hogares de acogida para los rescates de animales. Dependemos de ellos tanto como de sus hogares permanentes”, resaltó la directora del refugio.

El albergue inició como un proyecto de una sola persona, cuando Blackmer intentó rescatar a un par de gatos abandonados cerca de Nampa. Uno de esos felinos, Fergus, fue atropellado y su pelvis y fémur fueron fracturados.

Compartió la historia del animal rescatado en grupos de Facebook y al poco tiempo recaudó suficiente dinero como para costear la cirugía y cuidados postoperatorios de Fergus, quien, según información disponible en la página web del rescate, hoy día vive una vida feliz junto a tres golden retrievers.

Gracias a que Fergus recibió una segunda oportunidad y disfrutó del mejor resultado posible, Blackmer se dedicó por completo a ayudar lo más que pudiera a otros animales necesitados de su área.

Constantemente están en búsqueda de voluntarios que quieran sumarse a la causa de salvar y encontrarle un hogar digno a aquellos animales que sufrieron a causa de diferentes situaciones.

“Esto ha sido una bendición increíble. Es muy gratificante ver a estos chicos salir heridos o enfermos de lugares generalmente horribles y luego verlos dormir en mullidas camas, recuperarse y ser adoptados en sus hogares permanentes”, declaró Blackman para la página oficial de su refugio.