Diego es un perro de raza mixta de pelaje café que goza de una buena vida en compañía de sus dueños dentro del Flying Pigs Sanctuary, un micro santuario ubicado en Grandview, Tennessee, Estados Unidos, que se encarga de ofrecerle la mejor atención médica, nutrición y alojamiento posibles a los animales que tienen bajo su protección, según información disponible en su sitio web.
Le encanta echarse sobre su estómago en cualquier parte, sin importar que sea un sofá, su cama o el suelo. No obstante, la vida no siempre fue así de perfecta, pues antes de conocer a su dueña, Amy, era un perro callejero que deambulaba completamente solo por las calles de Cartagena, Colombia y que sufría a causa de la desnutrición y la sarna ocasionadas por años de abandono.
Al ver su deplorable situación, Amy supo que debía hacer algo, por lo que decidió, con ayuda de una agencia de rescate, trasladarlo desde el país sudamericano hasta Tennessee, donde disfrutaría de una feliz vida dentro de los más de 100 acres del santuario.
Gracias a este enorme acto de amor, Diego disfrutó de una segunda oportunidad que jamás desaprovechó pues, según relató su dueña, se puede ver en su mirada y por la forma en que los observa que se siente profundamente agradecido por seguir vivo y entiende quiénes fueron las personas que lo rescataron y que le proporcionaron un amplio, cálido y amoroso hogar.
Desde Colombia hasta Estados Unidos
Amy contó en entrevista para el canal de YouTube Cuddle Buddies que ella y uno de sus mejores amigos visitaron Colombia en febrero de 2020, cuando durante uno de sus paseos observó a un perro que era “super gentil” y que se le acercaba a cualquier persona que tuviera alrededor.
Este perro era Diego, quien se encontraba en una deplorable situación, pues estaba “extremadamente desnutrido” y sufría por la sarna. “Instantáneamente, sin comunicarnos, decidí lanzarme a la acción. La agencia de rescate dijo: ‘mira, no hay un lugar al que (el animal) pueda ir a menos que te comprometas a llevártelo a los Estados Unidos’”, recordó Amy.
La mujer contó que Diego estuvo “atascado” viviendo en una clínica veterinaria hasta que la agencia de rescate juntó los fondos suficientes para comprarle un boleto de avión hasta Tennesse, en donde viviría en una granja de 100 acres.
“Una vez dentro de la granja, su personalidad floreció y se convirtió en este perro divertido. Definitivamente tiene una especie de comportamiento protector con otros perros, pero una vez que los conoce se siente totalmente bien estando a su alrededor”, dijo Amy.
Agradecido por su rescate
A Diego le encanta corretear por todos lados, tanto que cuando se siente extremadamente feliz, se pondrá a galopar en donde sea que esté.
“Es normal que lo encontremos tirado sobre su estómago con las patas abiertas y es el encargado de recibir a las personas en la granja. Siempre estará listo para decirle ‘hola’ a todos”, contó su dueña.
La mujer celebró que ahora la gente no puede creer que se trata del mismo perro que alguna vez fue encontrado desnutrido y sufriendo por la sarna en las calles de Colombia. Amy está completamente segura de que Diego se siente emocionado y agradecido de estar vivo.
“Por la forma en que te mira puedes entender que sabe que lo salvamos y que esta es la mejor vida posible para él. Es mi pequeño amigo, va a donde quiera que esté y siento que siempre se preocupa y cuida de mí”, concluyó Amy.