El legado de amor de Snapple: la historia de un gato único que enseña el poder de la resiliencia

En su nuevo hogar, Snapple recibió el apoyo de Moana, su mejor amiga felina, quien se aseguró en todo momento que se encontrara bien

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Snapple salió adelante gracias al apoyo de Moana. (Instagram/moana.and.snapple)
Snapple salió adelante gracias al apoyo de Moana. (Instagram/moana.and.snapple)

Snapple es un gato de pelaje blanco con negro que disfruta de sus días junto a Moana, su compañera felina, y sus dueños. Su vida no ha sido sencilla, pues padece hipoplasia cerebelar que, de acuerdo con la organización Cats Protection, es un trastorno neurológico inusual como resultado de un desarrollo interrumpido que conduce a movimientos descoordinados.

Durante sus primeros días en el hogar de sus dueños, Snapple trabó amistad con Moana, una gata que originalmente formaba parte de un programa de acogida pero que terminó siendo adoptada por sus “padres”.

Moana pronto se interesó por el bienestar de Snapple y comenzó a verificar que en todo momento se encontrara bien. Su vínculo se fortaleció a tal punto que el gato de pelaje negro con blanco logró salir adelante y ahora hace todo en compañía de su mejor amiga.

Volar desde Minneapolis hasta Hawai

En su hogar trabó amistad con Moana, quien procura de Snapple en todo momento. (Instagram/moana.and.snapple)
En su hogar trabó amistad con Moana, quien procura de Snapple en todo momento. (Instagram/moana.and.snapple)

La dueña declaró en entrevista para el canal de YouTube Geo Beats Animals que Snapple nació en una granja de Wisconsin, en Estados Unidos, con hipoplasia cerebelar. En aquel entonces, un refugio de Minneapolis lo recibió y comenzó a cuidar de él.

La “madre” del felino tuvo una conversación con su esposo sobre adoptar a gatos con necesidades especiales, por lo que decidieron contactar a Kris, quien le daba un hogar temporal a Snapple en aquel entonces, y comenzar el proceso de adopción.

“Le dije (a Kris) que nunca habíamos hecho algo así antes. Tenía cierto temor por no saber cómo manejaríamos la situación, pero nos explicó todo y creó un ambiente de confianza”, recordó la dueña.

Una vez estuvieron seguros de adoptar a la mascota, la mujer voló desde su hogar en Hawai hasta Minneapolis en un vuelo de nueve horas.

“Cuando el papeleo estaba hecho, tuvimos que hacer pasar a Snapple por un proceso de cuarentena animal de cuatro meses, entonces no pudo llegar a Hawai hasta cuatro meses después”, explicó la mujer.

La pareja le preguntó a Kris si le gustaría ser su “guardiana” durante la cuarentena, esto implicó que los nuevos dueños de Snapple pagaron todos los gastos necesarios, que iban desde su comida, la factura del veterinario y una terapia a la que ingresó al poco tiempo de ser adoptado.

Al terminar los cuatro meses de cuarentena, Snapple voló hasta Hawai en compañía de Kris, quien pasó una semana más junto a él en su nuevo hogar para asegurarse de que tuviera una transición lo más “suave” posible.

En su casa, Snapple generó un fuerte vínculo con Moana, quien, en palabras de su dueña, fue el primer “error de acogida” que tuvieron ella y su esposo, pues decidieron adoptarla en lugar de darle un hogar temporal.

“Siempre que Snapple maullaba porque estaba asustado o incómodo por alguna razón, Moana corría al instante a cerciorarse de que estaba bien. Hace todo lo posible por protegerlo”, señaló la dueña.

Salir adelante sin importar nada

Snapple viajó desde Minneapolis hasta Hawai, donde encontró un amoroso hogar en compañía de sus dueños. (Instagram/moana.and.snapple)
Snapple viajó desde Minneapolis hasta Hawai, donde encontró un amoroso hogar en compañía de sus dueños. (Instagram/moana.and.snapple)

Su “madre” tiene la creencia de que “gracias a su instinto”, Moana sabe que su mejor amigo tiene una discapacidad, pero también tiene la certeza de que únicamente quiere proporcionarle la mejor experiencia de vida posible.

“Nos referimos a nosotros mismos como su sexta extremidad, porque nombramos a su cola como ‘la quinta’, pues normalmente la utiliza para comunicarse con nosotros”, dijo la mujer.

Algo por lo que su “madre” se siente aliviada, es saber que su hipoplasia cerebelar no afecta su capacidad cognitiva y tampoco es algo que le cause dolor.

“Snapple estaba destinado a ser sacrificado, creo que le quedaban unos cuantos días (antes de ser adoptado) y que por eso Kris trataba de darle una última época de amor, pero pronto se dio cuenta de que tenía mucha vida por delante y que aún no era su momento de irse”, concluyó la dueña del gato.

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