¿Cómo es el kakarratul?, una mirada detallada al diminuto marsupial dorado australiano

Al tener hábitos que los hace vivir dentro de las dunas del desierto australiano, encontrarse con un kakarratul es un suceso poco común

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El kakarratul es un marsupial que vive debajo de la arena del desierto australiano, por lo que encontrarse uno es extremadamente raro. (Instagram/kanyirninpajukurrpa)
El kakarratul es un marsupial que vive debajo de la arena del desierto australiano, por lo que encontrarse uno es extremadamente raro. (Instagram/kanyirninpajukurrpa)

Guardabosques Kanyirninpa Jukurrpa Martu compartieron las insólitas imágenes de un kakarratul (Notoryctes caurinus), también conocido como topo marsupial del norte, un animal que vive en la arena de las dunas, mientras realizaban sus labores diarias en el Gran Desierto de Arena, ubicado entre las montañas rocosas de Pilbara y Kimberley, en Australia.

Las fotografías compartidas por las autoridades a través de diferentes redes sociales muestran al diminuto marsupial ciego del tamaño suficiente como para caber en la palma de la mano de uno de los guardabosques hacer gala de su distintivo y sedoso pelaje de tonalidad dorada; esta especie se caracteriza por sus largas y curvadas garras con las que hábilmente surca a través de las dunas del desierto.

Al ser una especie que normalmente habita debajo de las dunas de arena del desierto, encontrarse con un kakarratul es un suceso poco frecuente, por lo que las imágenes recientes llamaron la atención de miles de personas alrededor del globo.

Un pequeño y dorado marsupial

Las imágenes recientes de un kakarratul llamaron la atención de miles de personas. (Kanyirninpa Jukurrpa)
Las imágenes recientes de un kakarratul llamaron la atención de miles de personas. (Kanyirninpa Jukurrpa)

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera al kakarratul como una especie de menor preocupación, pues según detallan los especialistas en conservación a través de su Lista Roja, no existen amenazas importantes ni evidencia de que los marsupiales “estén sufriendo una disminución continua”.

Dicho organismo estima que existen entre 10.000 y 50.000 ejemplares viviendo en libertad a lo largo de entre 10 y 100 ubicaciones, por lo que la tendencia actual de la población es estable.

En el pasado, según informa la UICN, la depredación de carnívoros introducidos como los dingos, zorros rojos y gatos salvajes, fue considerada como una amenaza importante, pero datos recientes sugieren que el kakarratul es una especie “muy extendida y relativamente común”.

Los incendios son una amenaza, sin embargo, las autoridades de la UICN afirman que no existe evidencia que respalde la teoría de que podrían poner en peligro las poblaciones del marsupial, “especialmente teniendo en cuenta los hábitos fosoriales (que viven en cuevas subterráneas) de la especie”, según se lee en el reporte del kakarratul en la Lista Roja de la unión.

Asimismo, se considera a la contaminación auditiva como una posible amenaza, pero, de acuerdo con la UICN, en caso de que pusiera en peligro al kakarratul, sólo afectaría a una “proporción muy pequeña de la zona”.

A pesar de que habitan en una amplia zona de Australia, encontrarse con un kakarratul es un suceso inédito. Gareth Catt, experto en vida silvestre del desierto, contó en entrevista para la Australian Broadcasting Corporation (ABC) que la gente pensó que las imágenes se trataban de alguna clase de broma del April’s Fools.

Estos animales sólo se ven entre cinco y diez veces en una década, debido a que normalmente habitan en lo profundo de la arena y existe muy poca actividad humana en su hábitat desértico, según reportó la emisora australiana.

Esquivo y poco frecuente

Guardabosques realizan esfuerzos para rastrear y proteger al kakarratul. (Kanyirninpa Jukurrpa)
Guardabosques realizan esfuerzos para rastrear y proteger al kakarratul. (Kanyirninpa Jukurrpa)

Lynette Wilridge, guardabosques de alto rango de Nyangumarta, declaró para la ABC que es un trabajo duro trepar sobre las dunas de arena, por lo que el pequeño kakarratul es un animal nada fácil de encontrar.

“Buscamos pequeñas huellas y luego cavamos trincheras para intentar encontrar los túneles que han hecho. Están medidos y las ubicaciones se registran en una base de datos centralizada”, explicó Wilridge.

La guardabosques forma parte de los esfuerzos para rastrear y proteger a esta rara especie. Wilridge admitió que su trabajo es bueno, aunque no siempre es fácil, pues se necesita disciplina. “Es bueno saber que estamos ahí para ayudar al país al aportar nuestro ‘granito de arena’”, concluyó.

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