Hannah Riley, habitante de Atlanta, en Georgia, Estados Unidos, sufrió una de las peores experiencias que cualquier dueño de mascotas puede vivir: Hazel, su perra anciana de 10 años, se extravió a finales de marzo mientras la mujer visitaba a sus amigos en Toronto, Canadá, a cientos de kilómetros de distancia.
Al encontrarse tan lejos, Riley pidió ayuda a sus seguidores de X (anteriormente Twitter) para colocar afiches y anuncios cerca de la zona en que se extravió su mascota, quien además de ser de edad avanzada, le tiene miedo a la gente, es agresiva con otros perros y estaba enferma.
Por el camino, Riley se topó con múltiples estafadores que le pidieron dinero a cambio de devolver sana y salva a su mascota, sin embargo, después de días de angustia, un buen samaritano encontró a Hazel y la resguardó antes de dar aviso a su dueña, quien finalmente pudo reunirse con ella casi una semana después.
El inicio de la pesadilla
Riley recordó en entrevista para la revista estadounidense People que una “niñera” para perros cuidaba de Hazel. Un domingo por la tarde, la encargada de la mascota le informó a su dueña que tuvo que ser llevada de emergencia al veterinario.
Una vez en la clínica, la mujer relata que los encargados llevaron a Hazel a un área exterior no cercada sin correa y simplemente se fue corriendo, con un catéter en la pata.
“El veterinario está ubicado en una calle muy, muy transitada, un trabajador me dijo que un hombre había atrapado a una perra que se parecía mucho a Hazel en medio de DeKalb Industrial Boulevard, pero que se le había escapado”, contó Riley.
Sin poder hacer mucho por encontrarse a cientos de kilómetros de su hogar, la mujer le pidió ayuda a sus seguidores de X y a un grupo de amigos, quienes se organizaron para traer de vuelta a Hazel antes de que regresara su dueña.
“Tuvimos algunas charlas grupales el domingo por la noche. Ya se estaban haciendo folletos y la gente ya buscaba en el bosque cerca de donde la vieron por última vez”, recordó la mujer.
Robin Allgood, una mujer que encontró a un perro que se extravió en el aeropuerto de Atlanta durante 22 días, se ofreció a apoyar a Riley sin costo, dijo la dueña en entrevista para la revista.
Riley regresó a su hogar tan sólo un día después de que su mascota se extraviara y se trasladó al veterinario en cuanto bajó del avión.
“Me siento en conflicto porque sé que muchas personas que trabajan en St. Francis estaban desconsoladas por lo sucedido, muchos empleados la buscaron y compartieron mi alegría cuando la encontraron. Así que realmente quiero reconocerlos a ellos y a sus esfuerzos”, señaló la dueña.
Durante la búsqueda, un par de estafadores trataron de sacarle dinero aprovechándose de la triste situación por la que pasaba. Riley dijo sentirse “bastante segura” de que la primera llamada de extorsión que recibió la hizo llorar.
El momento de la emotiva reunión
La angustia de no encontrar a Hazel le quitó el sueño durante varios días, hasta que recibió una llamada de un número desconocido, que decidió no atender, pues trataba de recuperar algunas horas de descanso.
Al despertar, se llevó una enorme sorpresa al revisar sus mensajes de texto. “[...] Vi una foto de Hazel. Grité y agarré a mi novio y a mis padres, que habían volado desde Vermont para estar allí y apoyarme. Manejé 20 minutos hasta la casa (donde estaba su mascota)”, recordó Riley.
Luego del “viaje más largo de su vida”, la mujer se reunió con Hazel, quien meneaba la cola a pesar de haber perdido un tercio de su peso corporal y estar en shock.
“Tiene algunos problemas con el dolor en la espalda y no puede saltar en el sofá como solía hacerlo. Duerme mucho y come aún más. Siempre está pegada a mí, pero ahora más”, acotó Riley.