Fergie es una perra que durante 11 de sus 13 años vivió dentro de un refugio para mascotas en Alabama, Estados Unidos. A pesar de su amable personalidad y tierno rostro lleno de canas por la edad, nadie se interesó en darle un hogar permanente.
Para aumentar las opciones de adopción, la perra fue trasladada hasta Wisconsin, donde sus cuidadores esperan, encuentre una familia que la llene de cariño. Ahora rebautizada como Fiona, llegó a su nuevo hogar de acogida el sábado por la mañana, bajo el cuidado de Albert’s Dog Lounge, una organización de rescate con sede en Whitewater, Wisconsin.
El proceso de mudanza fue facilitado por Second Chance Shelter, Wanda McGee y su esposo, Doug, quienes se dedican a reubicar perros de refugios superpoblados de Alabama a Wisconsin.
Cerrar la brecha entre el refugio y la adopción
En entrevista para la cadena televisiva local WMTV, McGee dijo que sus acciones “definitivamente” son una “obra de amor”, ya que es muy probable que nadie gane dinero haciendo algo así.
“Hay un mundo de diferencia. Aquí (Wisconsin) no hay extraviados. Allí (Alabama) ves perros callejeros en cada esquina”, añadió la mujer.
La mañana del sábado finalizó su viaje y Fergie, quien pasó 11 de sus 13 años dentro de un refugio, llegó con quienes se encargarán de ella hasta que encuentre un hogar permanente.
McGee contó que Fergie llegó al primer refugio cuando tenía 1 año de edad y que los encargados de control animal tuvieron que recurrir a diferentes métodos para atraparla. “Era bastante salvaje y recientemente comenzó a dejarnos acariciarla”, subrayó.
Lindsey Decker, vicepresidenta de Albert’s Dog Lounge dijo que “en cierto modo” le dan una nueva vida y un nuevo nombre. Declaró que era un día “realmente feliz” al cerrar la brecha entre el refugio y “su hogar esperanzador permanente”.
Según reporta la televisora, Fiona vivirá con Decker hasta que logren encontrarle una vivienda en la que pueda pasar el resto de sus días.
“Ya sea conmigo o si encontramos adoptantes realmente increíbles mientras se encuentra bajo mi cuidado, ese es nuestro objetivo”, aclaró Decker.
Si el equipo del refugio no puede encontrarle un hogar, Fiona permanecerá con la vicepresidenta de la organización y otros perros ancianos con los que podrá jugar.
“Es una parte muy satisfactoria de la misión de rescate que tenemos: poder brindarles esa atención compasiva al final de sus vidas y simplemente darles años de jubilación realmente fantásticos”, confesó Decker.
La vicepresidenta contó que aunque Fiona llegó con los ojos tristes y la cola recogida, ahora se adapta demasiado bien a su nuevo entorno, recorriendo todo el jardín y disfrutando de su libertad.
Aprovechar cada momento
A través de Facebook, Decker compartió una actualización sobre el estado de salud de Fiona. Informó a sus seguidores que el 26 de marzo “fue un gran día para nuestra niña”, ya que pasó la primera mitad del día en el McFarland animal Hospital, donde le realizaron exámenes médicos, análisis de sangre y la vacunaron.
“El equipo (de la clínica veterinaria” es profundamente compasivo y comprometido con el excepcional cuidado de nuestros perros adoptados”, escribió la vicepresidenta.
Posteriormente, Fiona y su familia adoptiva visitaron una tienda de mascotas local, donde la perra recibió un merecido baño y sus dueños le compraron una nueva cama para perro, bandana, alfombrilla para el momento de la comida y muchas golosinas de pulmón deshidratado de cordero.
En la sección de comentarios de la publicación, internautas aplaudieron el trabajo de todos los involucrados en ayudar a Fiona. Hubo personas que dijeron que la labor de la organización “definitivamente es de primera clase”.