Poe es un cuervo negro que vive bajo la protección de la American Eagle Foundation (EAF), organización benéfica basada en Tennessee, Estados Unidos, y que se dedica a inspirar a la comunidad de todo el mundo a custodiar y proteger tanto al águila calva como a todas las aves rapaces.
En su hogar, Poe se convirtió en un ave feliz, a la que le encanta jugar con algunos de sus cuidadores, con pequeños balones de baloncesto y que expresa sus sentimientos mediante una amplia gama de vocalizaciones.
Sin importar que es considerado como no liberable, gracias a la constante labor de la AEF, el cuervo se desarrolló por completo, aprendió comportamientos que normalmente tendría en la naturaleza y goza de un excelente estado de salud.
El viaje de Poe
Ashley, trabajadora de la AEF, declaró en entrevista para el canal de YouTube GeoBeats Animals que Poe fue rescatado en 2009 en el pueblo de Sylva, en Carolina del Norte, EEUU. Una de sus alas estaba tan herida que “lamentablemente” no sanó adecuadamente y provocó que perdiera la habilidad de volar.
“No sería capaz de sobrevivir por su propia cuenta, por eso está aquí en la AEF”, contó Ashley. A pesar de su inhabilidad para volar, Poe no permite que eso afecte su ánimo; la cuidadora lo calificó como un “niño hiperactivo”.
Todas las mañanas, los encargados del bienestar del córvido entran a su recinto para asegurarse de que se encuentra bien y siempre tiene la misma rutina que consiste en correr para tomar un palo en el suelo en cuanto observa entrar a uno de sus cuidadores y comenzar a revolcarse en el piso. “Es como un ‘hola, estoy listo para jugar’”, contó Ashley.
Poe tiene una amplia gama de vocalizaciones que, de acuerdo con su cuidadora, van desde un “hola” común, pasando por una serie de ruidos que emite siempre que ve a algún miembro de la AEF que le desagrada. “Tiene unas llamadas para hacer que te alejes. Como si anunciara su presencia dentro de su territorio y si quisiera que te vayas”, subrayó.
Los cuidadores encontraron en un pequeño balón de baloncesto que cabe perfectamente en su “fuerte pico” la forma perfecta de ayudar a Poe a liberar toda su energía acumulada.
“Correrá detrás de él, lo recogerá y correrá hasta su canasta de baloncesto fabricada especialmente para él” relató Ashley.
El ave “conoce” muchos comportamientos que, de acuerdo con su cuidadora, mantienen su mente estimulada y participa voluntariamente en sesiones de entrenamiento que le permiten utilizar dichas conductas que normalmente tendría en la naturaleza, durante su vida bajo el cuidado humano.
“Tenemos muchas bolas de baloncesto y no las puede mantener después del entrenamiento. Una vez me engañó para quedarse con una de ellas; la escondió en su habitación y yo no la encontraba en ningún lugar, suspendí la búsqueda y cinco minutos después lo encontré destrozándola”, recordó la cuidadora.
Duplicar su esperanza de vida
Ashley contó que algo que Poe intenta aprender en este momento es a discriminar figuras, colocándolas dentro de una caja.
Es un cuervo muy saludable, cuenta con un equipo veterinario que le otorga un certificado anual de bienestar y regularmente participa voluntariamente en chequeos de rutina.
“Creamos una caja que tiene un espejo en el fondo. El se sube y podemos observar la parte inferior de sus patas. Tiene al menos 15 años, pero no estamos seguros de su edad exacta, pues fue rescatado cuando ya era un adulto. La esperanza de vida de un cuervo salvaje es de 10 a 15 años, pero bajo el cuidado humano ese tiempo fácilmente puede duplicarse”, concluyó Ashley.