Los pingüinos del Zoológico de Detroit y su adorable ritual de apareamiento, ¿por qué se regalan piedras de colores?

El ritual de apareamiento comúnmente provoca envidia entre los machos de la colonia que no pueden conseguir una piedra lo suficientemente bonita por su cuenta

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Los pingüinos del Zoológico de Detroit sorprendieron a los visitantes con un curioso ritual de apareamiento. (Instagram/detroitzoo)
Los pingüinos del Zoológico de Detroit sorprendieron a los visitantes con un curioso ritual de apareamiento. (Instagram/detroitzoo)

Un grupo de pingüinos residentes del Zoológico de Detroit, de la ciudad de Detroit, en Michigan, Estados Unidos, se convirtieron en el centro de atención en redes sociales durante los últimos días gracias a un curioso ritual que realizan durante su temporada de anidación.

Las aves enternecieron a las redes sociales después de ser vistos entregando piedras de colores a sus parejas, mismas que serán utilizadas para la construcción de sus nidos.

Los internautas que se cruzaron con el emotivo video dijeron sentirse conmovidos con la historia de la entrega de las piedras y celebraron el compromiso de las autoridades del zoológico con los pingüinos.

Piedras de colores con un gran significado

Las piedras están teñidas con pintura no tóxica. (Instagram/detroitzoo)
Las piedras están teñidas con pintura no tóxica. (Instagram/detroitzoo)

A través de una publicación de Instagram, autoridades del Detroit Zoo compartieron un emotivo video en el que se observa a una de las cuidadoras de los pingüinos vaciar una cubeta repleta de pequeñas piedras de colores dentro del recinto de las aves.

En los subtítulos del video, los miembros del parque temático invitaron a sus seguidores a “mirar” cómo los pingüinos machos le regalan a sus parejas las piedras “más hermosas” al mismo tiempo que se observa a un par de aves escoger entre el montón de guijarros coloreados.

Con respecto a la coloración de las piedras, los cuidadores le informaron a sus espectadores que fueron decoradas con pintura no tóxica por los niños y adolescentes que forman parte del programa “Tots and Teens” del zoológico.

Tras la breve explicación, una de las aves toma con su pico una piedra color violeta y comienza a “danzar” alrededor de su pareja sin soltar en ningún momento el preciado regalo.

Una vez terminado el “baile”, el animal se lanza al agua de su estanque y nada hasta una parte alejada del resto de la población, en donde se reúne con su pareja y, ante el asombro de decenas de visitantes, coloca el pequeño guijarro sobre su nido, construido completamente con piedras de diferentes tamaños y formas.

El tierno ritual de los animales sorprendió a aquellas personas que se encontraron con el video, quienes no desaprovecharon la oportunidad para cuestionar a las autoridades del zoológico sobre la toxicidad del tinte utilizado para decorar las piedras.

Los trabajadores del parque temático respondieron diciendo que la pintura no es tóxica y que además fue “cubierta” con un sellador completamente seguro para animales y aseguraron que ambos productos fueron investigados por el personal de bienestar animal del zoológico antes de ser utilizados.

Asimismo, otro detalle que llamó la atención de los seguidores fueron las bandas de colores que los pingüinos portan en sus dos alas, las cuales, de acuerdo con los cuidadores del zoológico, son utilizadas para identificarlos correctamente y que no lastiman a los animales.

Un regalo lleno de afecto

Si a la hembra le llama la atención, colocará la piedra sobre el nido en el que pondrá sus huevos. (Instagram/detroitzoo)
Si a la hembra le llama la atención, colocará la piedra sobre el nido en el que pondrá sus huevos. (Instagram/detroitzoo)

De acuerdo con Oceana, la mayor organización internacional dedicada a la conservación de los océanos, los pingüinos de Adelia (Pygoscelis adeliae) y los de Papúa (Pygoscelis papua), viven en zonas rocosas, por lo que “aprecian” las piedras que utilizan para construir nidos durante la temporada de apareamiento.

La organización detalla que durante el cortejo, el macho se esforzará en encontrar “el guijarro más suave” para dárselo como regalo a la hembra que le interesa. Si a ella le llama la atención su ofrenda, la colocará en el nido y desde ese momento ambos construirán un “pequeño montículo” donde más tarde colocarán sus huevos.

Esta práctica también se presta para que otros machos, quienes no son capaces de encontrar la mejor piedra posible, “sientan envidia” y roben los guijarros “más bonitos” de los demás pingüinos y lo harán pasar como propio.

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