¿Cómo es el perro lobo checoslovaco?, una mezcla única entre lobo y pastor alemán

Recientemente se popularizó la noticia sobre la captura y persecución de un un supuesto lobo en las calles de la Ciudad de México. Autoridades de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) persiguieron al cánido y lo resguardaron, sin embargo, luego de una revisión médica exhaustiva, un equipo veterinario determinó que se trataba de una hembra de perro lobo checoslovaco.

Esta raza canina se caracteriza por tener una complexión, pelaje, y forma de moverse muy similares a las de un lobo. Son muy activos, especialmente cuando son más jóvenes y disfrutan de largas caminatas diarias combinadas con una adecuada estimulación mental.

Son muy cariñosos y devotos con sus dueños aunque bastante reservados y escépticos frente a personas extrañas. Su comportamiento los hace unos excelentes perros guardianes.

De acuerdo con el American Kennel Club (AKC), organización estadounidense encargada de registrar a los canes de raza pura, en 1958 se realizó un experimento biológico en Checoslovaquia en el que se cruzaron a 40 pastores alemanes con Brita, Argo, Sarik y Lejdy, cuatro lobos de los Cárpatos.

El coronel Karel Hartl y Frantisek Rosik son considerados por el AKC como cofundadores de la raza. De acuerdo con la organización, Hartl tuvo la idea de utilizar el ADN lobuno para criar un perro guardián de fronteras “superior” con aptitudes como la escucha, el olfato, vista y resistencia a la intemperie similar a la de los lobos.

Rosik por otro lado, tuvo la idea de desarrollar una raza nueva con el objetivo de que fuera reconocida internacionalmente. Según el AKC, el hombre tenía la expectativa de que la tercera generación de esta nueva variante canina superaría a los pastores alemanes en la pista gracias a diferentes aptitudes como su excelente capacidad de orientación, resistencia al correr y la calidad de su pelaje.

Finalmente, en 1982, el perro lobo checoslovaco, a través de las asociaciones de criadores de la entonces República Socialista de Checoslovaquia (RSCS), fue reconocido como raza nacional, de acuerdo con el AKC.

La organización acota que estos perros son extremadamente inteligentes, capaces de tomar decisiones por sí mismos y que no son adecuados para realizar tareas repetitivas ni trabajos que requieran que el animal permanezca concentrado durante períodos muy largos de tiempo.

No obstante, tienen un sentido de la vista, oído y olfato superiores, por lo que en la actualidad son ampliamente utilizados en Europa y Estados Unidos en “deportes” de búsqueda, rescate, rastreo, obediencia, agilidad y pastoreo.

El AKC recomienda esta raza a las personas que disfrutan de realizar actividades al aire libre como correr, caminar y andar en bicicleta, pero no a aquellas personas que no han tenido perros antes.

La Czechoslovakian Vlcak Club of America (CSVCA), club representante de la raza acreditado por el AKC, informa que estos perros son saludables y resistentes, pero deben ser examinados para detectar diferentes enfermedades.

Entre las afecciones que más destacan se encuentran la displasia canina de cadera y la mielopatía degenerativa que, de acuerdo con el Cornell Richard P. Riney Canine Health Center, se trata de una enfermedad que afecta la médula espinal y provoca debilidad muscular progresiva y pérdida de coordinación.

Son extremadamente leales a su familia y desconfiados con extraños. La CSVCA aclara que tanto la socialización como el entrenamiento temprano son muy importantes.

Debido a que tienen mucha energía, requieren hacer ejercicio a diario y necesitan estimulación constante para prevenir comportamientos destructivos. La organización aclara que es muy probable que sientan un “impulso de presa” hacia animales pequeños. Dicha asociación no recomienda la adopción de esta raza a propietarios primerizos.