Fairy, la cierva que robó el corazón de Jeff Letendre: una historia de amistad y conexión

El ciervo salvaje parecía estar abandonado, por lo que Jeff Letendre lo alimentó, sin saber que este acto marcaría el inicio de una gran amistad

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Letendre y Fairy se hicieron
Letendre y Fairy se hicieron amigos a mediados de 2023. (Instagram/jeffletendre)

Fairy es una pequeña cierva que se cruzó en el camino de Jeff Letendre, un influencer de vida saludable oriundo de Quebec, Canadá, a mediados del año pasado. El confundido hombre no sabía qué hacía un animal tan pequeño sin la compañía de su madre y trató de acercarse, pero el mamífero corrió de regreso al bosque.

Para su sorpresa, volvió a toparse con el animal un día después y varias veces durante aquella semana, en todas sin la compañía de su madre o algún otro protector.

Letendre decidió darle de comer y al ver que se alimentaba desesperadamente de una botella de leche entendió que había quedado huérfana, por lo que comenzó a hacerse cargo de ella. Este pequeño acto de bondad desinteresado se convirtió, sin saberlo, en el inicio de una hermosa amistad y de una relación que perduró a lo largo de los meses.

La amistad que nació del desinterés

Con el tiempo, el animal
Con el tiempo, el animal salvaje aprendió a confiar en Letendre hasta convertirse en su amiga. (Instagram/jeffletendre)

Letendre contó en entrevista para el canal de YouTube Geo Beats Animals que durante junio del año pasado observó a “un pequeño bebé” salir del bosque y que se vio sorprendido porque se trataba de un ciervo moteado. “Pensé: ‘ok’, la mamá debe estar en alguna otra parte”, recordó, por lo que no prestó mucha atención al encuentro después de que el mamífero saliera corriendo de regreso por donde salió.

Pronto entendió que el animal pasaba por una situación peculiar, pues regresó al día siguiente y en diversas ocasiones a lo largo de la misma semana y siempre estaba solo.

Al ver que no tenía compañía, Letendre decidió amarrar una botella de leche al poste de un alimentador de pájaros, casi de inmediato observó al hambriento ciervo correr para succionar un poco de la fórmula. “Dije ‘ok, está sola, necesita la leche para crecer y no tiene a nadie. Lo más probable es que su madre fuera atropellada por un automóvil porque hay una carretera cerca del río cercano a mi vivienda”, contó el hombre.

Un par de días después, Letendre tomó la botella con sus manos y llamó al cervatillo, se llevó una sorpresa al ver que corrió directo hacia él y a pesar de que no pudo tocarla porque era “muy tímida” y le tenía miedo a los perros sabía que era cuestión de tiempo para que tomara confianza.

“En algún punto, ella confió plenamente en mí, siento que pensó ‘este tipo me da leche, debe ser mi padre, aunque no estoy seguro de qué pasaba por su cabeza realmente”, bromeó Letendre.

El hombre cuenta que desde entonces se iba a donde quería de noche y que siempre al día siguiente regresaba a la casa en cuanto él silbaba. La idea que siempre tuvo fue cuidar de ella pero permitirle ser libre. “Si ella llega una hora tarde durante las mañanas comienzo a preocuparme”, dijo sobre la relación que tiene con Fairy.

“Siempre que despierto ella estará ahí esperando afuera de mi ventana y correrá hacia mí. Es la cosa más hermosa con la que cualquiera se podría levantar por las mañanas” agregó el hombre.

La tormenta que los separó

Letendre no pierde la esperanza
Letendre no pierde la esperanza de reencontrarse con su amiga. (Instagram/jeffletendre)

Pronto su relación escaló a tal grado que le hizo pensar a Letendre que Fairy no sólo continúa yendo a su hogar en busca de alimento, sino que también busca amor, ya que siempre que hace cualquier cosa, sin importar qué, la cierva está ahí, acompañando al humano.

“Somos sólo dos especies diferentes a las que les gusta pasar el tiempo juntas. Entrará en la casa pero no por mucho tiempo; se queda por uno o dos minutos. No quiero que se convierta en una mascota porque sé que su hogar es el bosque”, subrayó Letendre.

Poco a poco, Fairy “aprendió a ser un ciervo”, comenzó a comer pasto, a masticar hojas y conoció a otros miembros de su misma especie, aunque su primer encuentro con ellos fue algo accidentado.

“(Fairy) conoció a una madre y dos ciervos jóvenes; al inicio fue difícil porque la mayor la veía como competencia y la pateaba constantemente, sin embargo, pronto crearon un vínculo gracias a que entendió que al permanecer con ella tendría comida”, recordó Letendre.

A pesar de este pequeño episodio de amistad, después de una tormenta de nieve ocurrida en diciembre, el hombre dejó de ver al grupo de ciervos y a día de hoy continúa con la esperanza de volverse a encontrar con su amiga salvaje y regularmente comparte recuerdos a través de su cuenta de Instagram.

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