Manky es una cacatúa hembra que goza de una vida feliz junto a su dueña, una habitante de Port Stephens, Australia, que ama las caricias, las golosinas y pasar el tiempo dentro de su hogar, no obstante, el ave no siempre fue una mascota y vivía en libertad, hasta que una serie de raras enfermedades le impidieron regresar a la naturaleza.
Jessica, su dueña, al ver el deterioro que tenía el ave, decidió informarse sobre sus enfermedades y darle un hogar y todas las atenciones necesarias para sobrellevar la condición que le arrebató la habilidad para volar.
Con el tiempo, algunas de las plumas de Manky volvieron a crecer y recuperó un poco de su antigua gloria, pero no pudo volver a ser un ave libre y ahora se encuentra bajo la completa protección de su dueña.
Dejar la naturaleza atrás
Jessica contó en entrevista para el canal de YouTube Cuddle Buddies que la cacatúa adora recibir caricias y que si no se las da se pone “realmente gruñona”. Dice que desconoce de dónde proviene su actitud, ya que los primeros días que pasó con ella después de rescatarla era como un “pequeño y dulce ángel”.
“Manky es un ave salvaje, hace 5 o 6 años venía a visitarme y ya tenía un look ‘gracioso’: sus pico era muy largo, sus plumas se veían muy mal”, dijo Jessica.
La mujer investigó acerca de la condición de la cacatúa y pronto averiguó que padecía enfermedad del pico y las plumas de los psitaciformes (PBFD) que, de acuerdo con el Department of Climate Change, Energy, the Enviroment and Water (DCCEEW) de Australia, es una afección que causa supresión inmunológica a largo plazo y anomalías en plumas y pico que se puede transmitir al compartir alimentos a través de buche de los pájaros, entre otros.
Jessica relata que no existe cura para esta enfermedad “extremadamente” contagiosa y que provoca que las aves pierdan la habilidad para volar debido a la falta de plumas.
“La decisión general es que las aves que padecen esto deben ser sacrificadas, pero una noche dije: ‘oh, ok, supongo que simplemente voy a adoptarla ahora’”, recordó la mujer sobre cómo planeó recibir a Manky en su hogar.
Preocupada por el bienestar del ave, Jessica reunió varias sábanas gruesas para cubrirla, y la colocó bajo la regadera. “Recuerdo que se estaba feliz de sentir ese calor”, dijo.
“Algunas de sus plumas crecieron, comenzó a tambalearse al caminar. La dejo salir de la habitación y simplemente camina a través de todo el piso. En ocasiones vamos al patio”, contó la mujer.
Jessica relató que una de las actividades favoritas de la cacatúa es escalar los árboles del patio y “sentarse en las ramas a sentir la brisa como si fuera un ave silvestre” y contó que siempre debe de tener cuidado con lo que hace su amada mascota.
“Puedes notar que ella adora esos pequeños momentos. Su actitud apareció de la nada, pero es su mejor cualidad. Pasamos todo el día, todos los días juntas. Creo que nos encontramos la una a la otra”, contó la dueña de Manky.
El impresionante cambio de Manky
La “madre” del ave abrió una cuenta de Instagram en donde regularmente comparte contenido sobre Manky. Además de las fotografías y videos, la mujer trata de informar a sus seguidores acerca de la condición de su mascota y sobre cómo es la vida con PBFD.
Las imágenes que muestran el cambio de cuando la cacatúa llegó a la vida de Jessica, con respecto a cómo luce ahora sorprendió a miles de personas, quienes estuvieron de acuerdo en que es hermosa a pesar de que le falten algunas plumas.