Debbie es una pequeña gata atigrada de pelaje color negro con gris que pedía atención a los transeúntes que pasaban cerca de la tienda de conveniencia donde fue abandonada junto a sus crías. Pronto sus súplicas fueron escuchadas y un buen samaritano la recogió, la llevó a casa y protegió mientras le buscaba un hogar donde pudiera pasar el resto de sus días.
La felina no se encontraba en las mejores condiciones; tenía parásitos como gusanos y pulgas. Su pelaje tampoco lucía su mejor versión y estaba completamente enmarañado, pero su personalidad era impecable y siempre se mostró amistosa con cualquiera que se le acercara, pues sabía que estaban ahí para ayudar.
Su rescatista notó que la barriga de Debbie creció e intuyó que pronto daría a luz a más bebés, por este motivó realizó una petición a través de Facebook con la esperanza de encontrar a alguien que pudiera ofrecerle la atención a ella y a sus hijos que él no podía darle. El llamado de auxilio fue contestado por Aimee, voluntaria del refugio Be Their Voice Animal Rescue.
El complicado proceso de embarazo
La rescatista dijo en entrevista para el blog Love Meow que condujo durante 4 horas para acudir al rescate de Debbie, quien ya tenía varias semanas de embarazo.
A través de una publicación en la cuenta de Instagram del centro de rescate, Aimee informó a sus seguidores que aún no tenía un nombre pensado para la felina y que necesitaban apoyo para darle los cuidados necesarios porque tenía “unos cuantos” dientes rotos o astillados además de los problemas que ya enfrentaba.
La mujer le dijo a Love Meow que al inicio su actitud era un poco reservada con el veterinario, pero en cuanto pasó algo de tiempo junto a ella, se mostró sumamente cariñosa. “Le encanta agarrar tu mano y dirigirla hacia donde quiere que la acaricies y ronronea como si fuera su trabajo”, indicó Aimee.
Con el paso del tiempo, Debbie dio señales de estar lista para dar a luz y a finales de febrero parió a tres gatos una hora antes de la medianoche.
“Nos dijeron que tenía tres o cuatro bebés, así que una vez que no vi más signos de trabajo de parto activo, me fui a la cama alrededor de la una de la madrugada”. declaró la rescatista.
Dos horas más tarde, Aimee se despertó para checar como se encontraba Debbie y se topó con la sorpresa de que estaba lista para traer al mundo a un cuarto bebé.
A través de Instagram, la mujer celebró la llegada de “cuatro pastelitos”. “Vi cuando sucedió todo y la expresión en su rostro (de la gata) no tiene precio, fue como si dijera ‘¿qué demonios?’”, señaló Aimee.
Aprender a confiar en los demás
Los bebés fueron nombrados Moonpie, Shortcake, Twinkie y Honeybun. Su cuidadora está segura de que la madre no tendrá que pasar por una situación similar nunca más y le pidió a sus seguidores que esterilicen o castren a sus mascotas, ya que verla luchar toda la noche fue “angustiante”.
Aimee le contó al blog que todas las crías se encuentran bien y que gozan de buena salud y que su madre se mostró extremadamente protectora en un inicio.
Cada vez que los recién nacidos gritaban o chillaban, su madre estaba ahí para asegurarse de que estaban bien. “Yo no hago las reglas, las hace ella. Sólo soy el personal de apoyo”, bromeó la mujer.
Conforme fueron ganando fuerza y tamaño, Debbie confió cada vez más en que su rescatista cuidara de sus bebés, ya que se dio cuenta de que está ahí para apoyarlos.
En una de las más recientes actualizaciones sobre el caso, Aimee compartió a sus seguidores de Instagram las fotografías de los felinos sobre sus manos, quienes crecen cada vez más.