Tragedia marina: la triste muerte de una cría de ballena en peligro crítico de extinción

La especie de la cría muerta se encuentra en peligro crítico de extinción a causa de los aparejos de pesca y las colisiones contra embarcaciones

La cría de Juno murió a causa de las heridas provocadas por un impacto contra un barco. (Servicio de Parques Nacionales vía AP)

Autoridades de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) lamentaron la muerte de una cría de ballena franca del Atlántico norte (Eubalaena glacialis), animal que figura dentro de la Lista Roja de la Unión Para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como una especie en peligro crítico de extinción a causa de los aparejos de pesca y colisiones contra embarcaciones.

La ballena ahora fallecida se trata de la primera cría confirmada del año y murió a causa de una colisión contra un barco. Debido a que se encuentran en peligro crítico de extinción, cada nacimiento representa una esperanza para el futuro de la especie que actualmente cuenta con menos de 360 ejemplares, de acuerdo con la agencia de noticias Associated Press (AP).

Los expertos de la NOAA informaron a través de un comunicado que realizarán una necropsia para evaluar las heridas del animal muerto, quien era cría de la ballena franca “número 1612″, mejor conocida como Juno.

Un pronóstico desalentador

Las ballenas francas del Atlántico norte se encuentran en riesgo crítico de extinción. (REUTERS/Lauren Owens Lambert NOAA permit 25740-01)

Los miembros de la NOAA confirmaron el lunes la muerte de la cría de ballena del Atlántico Norte. De acuerdo con el comunicado emitido por la agencia, fueron informados el día anterior. El ejemplar fue avistado por primera vez el 3 de enero frente a la isla de Edisto, en Carolina del Sur, Estados Unidos y contaba con graves heridas en la cabeza causadas por el impacto contra un barco.

“Las imágenes muestran varias heridas de hélice en la cabeza, boca y el labio izquierdo de la cría, compatibles con el impacto de una embarcación”, señalaron en el comunicado. Estas heridas vaticinaban un grave diagnóstico, debido a que podían afectar la capacidad del hijo de Juno para amamantarse con éxito.

Los biólogos pesqueros de la NOAA determinaron que las heridas podían ser clasificadas como “daño grave”, lo que implica que la cría tenía pocas probabilidades de sobrevivir.

Dos días después, Juno y su cría fueron vistos por investigadores cerca de Florida. A pesar de sus graves heridas, los científicos dijeron sentirse aliviados de que sobreviviera al impacto inicial.

Los expertos llevaron a cabo una investigación para identificar las características de la embarcación que impactó con la cría de Juno. Sus indagaciones llegaron a la conclusión de que el navío tenía entre 35 y 57 pies de eslora e informaron que hasta ese momento no contaban con informes recientes sobre barcos involucrados en un choque con ballenas, sin embargo, saben que el ataque ocurrió entre el 9 de diciembre de 2023 y el 3 de enero de 2024.

La triste muerte de la cría de Juno

De acuerdo con la UICN quedan entre 200 y 250 ejemplares de ballenas francas del Atlántico norte. (REUTERS/Lauren Owens Lambert NOAA permit 25740-01)

El 1 de febrero, la cría y su madre fueron avistadas mediante reconocimientos aéreos a 37 kilómetros de la isla Sapelo, en Georgia, EEUU. El pronóstico seguía siendo desesperanzador debido a la gravedad de las lesiones.

El 3 de marzo, las autoridades recibieron una alerta sobre el cadáver de una ballena franca del Atlántico varado en la costa de la isla de Cumberland en Georgia; expertos la identificaron como la cría de Juno.

Las autoridades informaron que los restos fueron devorados en gran medida por tiburones, pero que los especialistas supieron de quién se trataba gracias a las heridas y marcas documentadas de cuando aún seguía con vida.

Los científicos utilizarán pruebas genéticas para determinar el sexo y realizarán una necropsia y evaluaciones a detalle de las heridas ocasionadas por el impacto contra el barco.

“La cría de Juno se incluirá como el caso de mortalidad número 39″, lamentaron los especialistas de la NOAA.

Esta muerte representa un duro golpe para la especie que, de acuerdo con la UICN, cuenta con un aproximado de entre 200 y 250 individuos.