Toothless, un pequeño chihuahua de pelaje blanco de 10 años de edad, sobrevivió a un crudo episodio de maltrato animal y a una situación de acaparamiento, luego de que a finales del año pasado, fuera rescatado junto a otros 47 perros de un remolque, en el que su antiguo dueño los mantuvo encerrados.
El rescate de Toothless fue llevado a cabo por trabajadores de la Houston Humane Society, organización benéfica basada en Texas, Estados Unidos, y lugar donde trabaja su nueva dueña, Madeleine Cantrell, quien no dudó ni un segundo en adoptarlo en cuando se enteró de su triste caso y de la situación de maltrato a la que sobrevivió.
A causa de las horribles condiciones en las que vivía junto a los demás perros, Toothless sufría de múltiples afecciones, mismas que mermaron su estado de salud. A pesar de su triste situación, la mascota logró salir adelante gracias al apoyo incondicional de su “madre”, quien constantemente comparte a través de Instagram fotografías protagonizadas por la nueva versión de su amado animal de compañía.
Una vida marcada por los traumas
Los voluntarios del refugio vieron a Toothless luego de que saltara por la ventana del remolque repleto de basura en el que vivía. Sus rescatistas tenían la creencia de que se trataba de un perro feral y que no había interactuado con humanos antes, según relató Cantrell en entrevista para el canal de YouTube GeoBeats Animals.
En compañía de uno de sus compañeros de trabajo, Cantrell abrió el transportador en el que se encontraba Toothless y lo cubrieron con una toalla, pronto se dieron cuenta de que tenía miedo.
“Estaba realmente confundido porque lo único que conoció a lo largo de toda su vida fue vivir entre la basura y muebles destrozados”, dijo Cantrell, quien acotó que es conocida por amar a los perros ancianos. Ese motivo la inspiró a darle un hogar temporal.
“Recuerdo que cuando llegó el momento de llevarlo a casa, él huía de mí y no me dejaba tocarlo, pero no me importó. La primera noche que llegó a mi hogar, lo sostuve entre mis brazos durante un tiempo y me di cuenta de que parecía disfrutarlo”, contó Cantrell.
Al día siguiente, según dijo la mujer, Toothless era un perro completamente diferente, quien golpeaba con sus patas delanteras las piernas de su nueva dueña porque quería recibir cariño y ser sostenido como la noche anterior.
“Ahora somos inseparables, los dos nos sentimos amados el uno por el otro”, añadió la dueña, quien admitió que el vínculo que tiene con el perro anciano no se parece en nada al que ha tenido en el pasado con otras mascotas.
La transformación de Toothless
Hoy en día nada queda de aquella temerosa mascota que dudaba en si debía disfrutar o no las caricias de su nueva dueña gracias a lo que tuvo que soportar en su pasado. A Toothless le encanta correr con sus juguetes y pasar el tiempo con Sunshine, el otro perro de Cantrell.
“Ahora ambos son inseparables desde la primera semana en que llegó. Toothless es realmente pegajoso. Cuando lo llevo al trabajo conmigo quiere ser sostenido en mis brazos o prefiere descansar justo en mis pies”, señaló su dueña.
Toothless no se cansa de la atención, su dueña declaró que siempre que lo baja, él exige ser cargado nuevamente. Gracias a su relación, se volvió muy protector con su dueña, quien dijo que le gruñe a otros perros que se le acercan mientras descansa en sus brazos.
“Normalmente la gente está dispuesta a pasar de largo de los perros como él, pero siento que ellos son tan agradecidos con sus familias adoptivas. Es el mejor amor que jamás conocerás”, concluyó Cantrell.