Bear es un cane corso que desde mediados de enero llamó la atención de toda una comunidad de la ciudad de Mobile, en Alabama, Estados Unidos, al ser visto deambulando con la tapa de un basurero que, según sus rescatistas del City of Mobile Animal Services (COMAS), estuvo atorada en su cabeza durante casi un año.
La historia de Bear involucró a servicios animales del condado y a refugios locales, quienes trabajaron en conjunto tanto para retirarle el molesto trozo de plástico, como para llevarlo hasta un lugar donde pudiera recibir atención médica con la finalidad de descartar algún problema que pudiera ocasionar llevar la tapa del basurero atorada en su cabeza durante tanto tiempo.
Por el momento, Bear se encuentra bajo control y goza de un buen estado de salud, sin embargo, permanecerá dentro de las instalaciones del COMAS en el área de perros callejeros. Su historia y apacible semblante atrajo la atención de cientos de personas, quienes ya se postularon a través de las redes sociales del refugio para ofrecerle un hogar temporal en caso de ser necesario.
Casi un año sufriendo por la tapadera
A mediados de enero, Larry Martin, habitante de la zona, se encontraba buscando al perro, debido a que su hijo lo vio dos meses antes. Según declaró para el medio local WKRG News 5, el pequeño niño le comentó a su padre que había notado a un can con “una caja en la cabeza”.
El hombre ignoró la situación, pues creyó que se trataba de una caja de cartón o algo similar y “eventualmente” se la quitaría de encima, no obstante, una semana después, pudo ver al pobre animal con una tapa de basurero sobre su cabeza.
“Parecía una escena sacada de una película de terror. No sé, fue realmente extraño de describir” señaló Martin, quien admitió ver otro par de veces al animal después de notar la tapa del basurero.
Un portavoz de la ciudad declaró para WKRG News 5 que en ese momento ya tenían conocimiento de la situación del perro y que ya trabajaban para sacarlo de su precaria situación, pero hasta entonces no tuvieron éxito, ya que Bear es demasiado grande como para entrar en una trampa de tamaño “estándar”.
Aunado a esto, las autoridades del condado tenían la creencia de que alguien de la zona alimentaba a Bear, lo que hacía que mostrara menos interés hacia las trampas que utilizan alimento como cebo.
La vida después de la tapa del contenedor de basura
Después de un par de semanas, los servicios de la ciudad se aliaron con un veterinario local y con el COMAS para finalmente acabar con el sufrimiento de Bear y retirarle la tapa de la cabeza.
De acuerdo con el portavoz, la operación requiere “mucha cooperación”, ya que el condado tiene el equipamiento necesario para tranquilizar de manera segura al perro, mientras que un veterinario cuenta con el conocimiento para proporcionarle la cantidad de medicamento necesaria.
A través de redes sociales, Martin Miller, rescatista de perros local, compartió la noticia de que el sufrimiento de Bear, el perro que tuvo una “caja” atorada en su cabeza durante “casi un años”, finalmente había terminado.
De acuerdo con Miller, el equipo de COMAS y el refugio del condado unieron fuerzas para atrapar al can y retirarle la tapa de la cabeza. “Estoy muy orgulloso de ser parte de un grupo de personas tan increíble”, escribió el hombre, quien aprovechó para felicitar a los miembros de la comunidad que trabajaron por ayudar a Bear.
El 26 de febrero, voluntarios del COMAS anunciaron a través de Facebook que Bear, a quien catalogaron como un “dulce caballero”, llegó a sus instalaciones durante el fin de semana, que goza de buena salud y que permanecerá dentro del área de perros callejeros.
La publicación llamó la atención de cientos de personas, quienes aplaudieron el trabajo de todos los involucrados e incluso hubo gente que aprovechó la publicación para ofrecerse como cuidadores temporales del cane corso en caso de ser necesario.