Georgette, mejor conocida como Georgie, es una foca gris (Halichoerus grypus) de 11 años que el pasado 17 de febrero se convirtió en madre por primera vez. A pesar de contar con una vida feliz gracias a su bebé recién nacido, la mamífera tuvo que pasar por demasiadas cosas antes de llegar hasta donde está ahora.
En 2013, la madre fue rescatada luego de quedar varada en una isla. Si bien su situación parecía haber mejorado, pronto sus salvadores notaron que estaba completamente ciega de un ojo, por lo que llegaron a la conclusión de que no podía volver a la naturaleza; entonces fue trasladada al Zoológico de Brookfield, en Illinois, Estados Unidos.
El hijo de Georgie mostró un buen estado de salud y sus cuidadores esperan que gane peso con el tiempo, ya que la leche materna de foca es extremadamente rica en grasas. Además del anuncio, las autoridades del parque temático compartieron a través de Instagram un video de la cría con su madre, que rápidamente derritió el corazón de miles de personas.
La emocionante llegada del recién nacido
En un comunicado emitido el 23 de febrero, autoridades del zoológico celebraron a la que catalogaron como su “más reciente incorporación”: una cría macho que pesó aproximadamente 16 kilogramos al nacer y que es hijo de Georgie.
Los trabajadores del parque temático aseguraron que la cría permanecerá “tras bambalinas” durante el próximo mes y medio, tiempo durante el cual permanecerá junto a su madre, Georgie, una foca de 11 años de edad.
Tras el nacimiento de la cría, los especialistas en cuidado animal del zoológico le presentaron una piscina modificada que le permite un “fácil” acceso a las zonas fuera del agua cuando no “practica sus habilidades de natación”.
El personal monitorea cuidadosamente al cachorro desde que llegó al mundo y mantienen registros de los períodos de lactancia e indicaron que durante su primera semana ganó cerca de siete kilos debido a que la leche materna de foca gris es “extremadamente” rica en grasas.
“Mientras amamanta durante las próximas semanas, puede ganar fácilmente alrededor de 45 kilos y desarrollar una gruesa capa de grasa”, se lee en el comunicado.
Los miembros del zoológico indicaron que este vertiginoso aumento de peso se debe a que en la naturaleza, las crías deben crecer rápidamente pues necesitan valerse por sí mismas una vez son destetadas y se lanzan al mar a cazar comida.
Una cría que aumenta la diversidad genética
Los cuidadores dijeron sentirse emocionados porque esta es la primera vez que Georgie “experimenta la maternidad” desde su llegada al zoológico en 2020.
Georgie fue encontrada varada cuando era una cachorra en una isla de Georgetown, cerca del Océano Atlántico en 2013. Sus rescatistas determinaron que está completamente ciega del ojo izquierdo y “funcionalmente” invidente del derecho. A causa de estos problemas de visión, autoridades del National Marine Fisheries Service (NMFS) consideraron que no podría ser liberada en la naturaleza.
Sin importar su traumático pasado, Georgie salió adelante. Mark Gonka, director asociado de cuidado y conservación de mamíferos marinos del zoológico, declaró que “incluso” con la pérdida de visión, la foca mostró ser muy atenta con su cachorro.
“Las focas grises tienen un agudo sentido del olfato y un repertorio de vocalizaciones. Georgie puede localizar a su cachorro por su distintivo olor y llamado”, puntualizó Gonka.
De igual manera, Kiinaq, un macho de 23 años y padre de la cría, fue rescatado luego de quedar varado en la naturaleza y de la misma forma que a Georgie, se le consideró como no liberable.
Kiinaq llegó al zoológico en 2018 y es el padre de tres cachorros. Los especialistas en cuidado animal dijeron que gracias a que los progenitores son “de ascendencia salvaje”, el nacimiento de la nueva cría aumenta la diversidad genética de la población de focas del parque.
Si bien, la foca gris es considerada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como una especie de menor preocupación, todavía enfrentan diversas amenazas en la naturaleza, entre las que destacan los desafortunados encuentros con redes de pesca, la caza ilegal, el tráfico vehicular en las playas y el cambio climático.