Oskar, el gato atigrado naranja ciego, sobrevivió milagrosamente luego de ser visto arrastrándose con sus dos patas delanteras a través de una gruesa capa de nieve. El animal, claramente necesitaba ayuda, pues sin el apoyo de un grupo de personas que se preocuparon por su bienestar, no hubiera sobrevivido durante mucho tiempo.
Un buen samaritano dio aviso a través de redes sociales sobre Oskar, quien estaba a punto de morir congelado, a su rescate acudieron voluntarios de Voix des Chats/L’Antre Chat (VCLC), refugio basado en Joliette, Quebec, Canadá, quienes notaron que además de estar ciego, una de las patas del gato estaba orientada en la dirección incorrecta.
Los rescatistas solicitaron el apoyo del equipo de Chatons Orphelins Montreal (COM), refugio felino basado en Montreal, donde descubrieron que luchaba contra una infección grave, estaba deshidratado, bajo de peso y sufría a causa de una alta fiebre. Poco a poco y gracias a los esfuerzos de sus cuidadores, Oskar salió adelante y parece que su sufrimiento llegó a su fin.
El felino que desafió a las calles
A principios de enero, Oskar fue avistado tambaleándose sobre la nieve. Un vecino de la zona compartió las desgarradoras imágenes del desorientado animal tratando de salir de su predicamento. Un par de voluntarias llegaron a su rescate, pero no lo encontraron, pues según relató Celine, trabajadora del COM al blog Love Meow, David, un niño de 12 años, lo llevó a su hogar.
Celine dijo que David recogió a Oskar y lo llevó a casa con sus padres, sin embargo, el gato estaba “exhausto”, era incapaz de correr y parecía estar aletargado debido a su condición.
Una vez supieron de su paradero, voluntarias del VCLC llevaron a Oskar a sus instalaciones, sin embargo, notaron que se trataba de un caso especial que requería atenciones igual de singulares, por lo que le pidieron ayuda a los trabajadores del COM.
Autoridades del COM anunciaron a través de una publicación en Facebook que Oskar recibió una valoración médica, pero que su diagnóstico era grave. El gato tenía una fiebre de casi 41 grados, estaba completamente desnutrido y deshidratado, delgado y pesaba apenas dos kilos y medio. “Se sentían todos sus huesos”, añadieron en la publicación.
Los veterinarios le realizaron un análisis de sangre que mostraron que la cantidad de glóbulos rojos era demasiado baja, menor al 20% y por si fuera poco luchaba contra una infección grave.
Oskar fue hospitalizado y desde el primer momento recibió fluidos y un tratamiento compuesto por dos antibióticos por vía intravenosa, con lo que los médicos esperaban controlar su fiebre.
Aunado a estas afecciones, los especialistas notaron que una de las patas traseras de Oskar estaba “torcida”, por lo que decidieron tomar un par de imágenes con rayos X.
“Este gatito hubiera muerto si se quedaba en el exterior en ese estado. Es todo un amor”, se lee en el post.
Luego de un par de días, los miembros del COM informaron a sus seguidores que Oskar recuperó sus fuerzas y que subió algo de peso.
Los veterinarios atribuyeron la condición de su pata a la posible falta de un ligamento, por lo que determinaron que parece una discapacidad.
“Oskar es amable, gentil y tranquilo, le gusta hablar mucho cuando tiene algo que decir o si espera sus croquetas, es sociable si son amables”, dijeron las autoridades del COM en la publicación.
Un gato que sobrevivió de milagro
El tiempo pasó y luego de un mes, los miembros del COM informaron sobre el estado de salud de Oskar, quien nuevamente subió de peso, claro signo de mejoría.
“Tiene un maullido icónico, le encanta quedarse dormido mientras lo abrazan, ronronea fuerte y tiene un pequeño ‘radar’ interno que le ayuda a navegar por la casa, camina por ahí y encuentra pequeños rincones para la siesta”, acotaron los voluntarios del refugio.
Oskar, quien sobrevivió a lo peor, todavía se encuentra en un proceso de rehabilitación, sin embargo, sus cuidadores están seguros de que saldrá adelante.