Un buen samaritano oriundo de Georgia, Estados Unidos, caminaba de regreso del gimnasio cuando, al llegar a su automóvil, notó un bulto blanco en la parte trasera de su camioneta. Al acercarse, de inmediato se percató de que la extraña silueta se trataba en realidad de cuatro cachorros, quienes habían sido abandonados por su anterior dueño.
El hombre se dio cuenta de que los cachorros de dogo argentino presentaban claros signos de abandono y maltrato, pues a pesar de su corta edad, todos se veían extremadamente desnutridos, ya que las costillas sobresalían y sufrían por las bajas temperaturas. Ante esta situación, el buen samaritano los llevó a una clínica veterinaria, donde les dieron la atención médica necesaria.
Gracias al buen corazón del hombre, los dogos argentinos se salvaron de un trágico destino y, con la ayuda del refugio DC Dogos Inc Rescue, ahora viven dentro de una casa de acogida ubicada en Florida, donde esperan pacientemente a que una familia los reciba en su hogar y les dé todo el amor y el cariño que se merecen.
La segunda oportunidad llegó
Con una publicación en Facebook, voluntarios del DDIR anunciaron la llegada a sus instalaciones de los cuatro cachorros, a quienes nombraron Crysta, Magi, Zak y Hexxus.
En la publicación informaron que recibieron una “llamada desesperada” de parte de los encargados de una clínica veterinaria de Atlanta, quienes dijeron necesitar su ayuda para cuidar a cuatro cachorros de dogo.
“Un buen samaritano encontró a estos cachorros abandonados en la caja de su camioneta, tenían frío y estaban delgados. Alguien arrojó a los cuatro perros dentro de la caja de un camión en un estacionamiento”, declararon los trabajadores del DDIR.
La organización tiene su sede en Florida, pero ayuda a dogos argentinos rescatados a encontrar hogares temporales y permanentes a lo largo de todo el país americano, de igual manera, es una de las pocas asociaciones que existen dedicadas a salvar a esta especie canina dentro de EEUU.
“Somos uno de los únicos rescates de dogo argentino. Salvamos perros de todo el país y Puerto Rico, y luego los realojamos en todo Estados Unidos”, declaró Pamela Fay, directora ejecutiva del refugio, a la revista estadounidense People.
Fay relató que tenían un hogar de acogida cerca de la clínica que trató a los cuatro cachorros y una persona pudo recogerlos a la mañana siguiente. “Los retuvo durante unos días, y luego otro voluntario los llevó hasta Tampa”.
Posteriormente, los perros llegaron a la granja del refugio, según anunciaron a través de Facebook los voluntarios del albergue. “Son unos cachorros sanos y muy dulces, tienen ocho semanas de edad; son dos machos y una pareja de hembras. Todos irán al veterinario pronto para recibir el resto de sus vacunas”, agregaron.
Según dijo Fay a la revista, todos los cachorros se encuentran bien y uno de ellos ya encontró un hogar temporal, pues quien los trasladó hasta la granja decidió adoptarlo.
“El tipo que los llevó hasta allí (la granja) se enamoró de una de las ‘niñas’ y terminó acogiéndola”, añadió Fay.
Una raza que necesita muchos cuidados
La asociación está aceptando solicitudes de adopción para los cachorros, pero mencionan que todavía no están listos para irse a un nuevo hogar, pues los voluntarios primero deben asegurarse de que se encuentren en buenas condiciones de salud.
La directora del refugio aclaró que quienes estén interesados en adoptar a estos u otros cachorros de la misma raza, deberán “investigar mucho” antes de tomar una decisión, pues son animales que “requieren mucha estimulación y ejercicio” y que además una simple búsqueda en Internet no es suficiente; “Es necesario hablar con personas que sean dueños de esta especie”, dijo.
“Es necesario comunicarse con nosotros para pedirnos consejo. Esta raza era bastante rara, pero se ha vuelto cada vez más popular, especialmente después de que el American Kennel Club (AKC) la reconociera hace un par de años”, subrayó Fay.
La directora concluyó mencionando que el dogo argentino es una raza maravillosa, pero que no toda la gente está lista para darles un hogar y por eso muchos de ellos tienden a deshacerse de sus mascotas en cuanto crecen.