Estudio reveló que los grandes felinos son capaces de distinguir entre voces familiares y desconocidas

Este nuevo hallazgo aporta evidencia a los estereotipos que dicen que los grandes felinos, al no vivir en grandes grupos, carecen de inteligencia social

Investigadores descubrieron un importante hallazgo sobre los grandes felinos. (REUTERS/Yves Herman)

En el pasado, un estudio reveló que los gatos domésticos son capaces de diferenciar el estado de ánimo de sus dueños mediante la interpretación de diferentes factores como el lenguaje corporal o el tono de voz. En un estudio reciente, científicos demostraron que sus parientes más grandes pueden reconocer las voces conocidas de sus cuidadores.

Los grandes felinos como los tigres, guepardos y pumas pueden distinguir entre voces humanas conocidas y las poco familiares. La importancia de este hallazgo radica en que dicha habilidad es considerada como producto de la domesticación temprana y demuestra que aunque son especies poco sociales, tienen habilidades similares a las de otros animales que viven en grupos.

La investigación aporta evidencia que ayuda a derribar los estereotipos que rodean a los felinos, tanto grandes como pequeños, que dicen que son animales poco sociables y en ocasiones hasta huraños.

La evidencia que demuestra que no son tan asociales

Los investigadores estudiaron a felinos como tigres, guepardos y pumas. (REUTERS/Thomas Mukoya)

El estudio titulado “Catcalls: exotic cats discriminate the voices of familiar caregivers” (Catcalls: los gatos exóitcos discriminan las voces de sus cuidadores conocidos) conducido por Jennifer Vonk, investigadora de la Oakland University de Rochester, Michigan, plantea que la habilidad de diferenciar las voces familiares de las desconocidas es producto de la domesticación humana y que existe poca literatura centrada en el reconocimiento vocal de la familia Felidae.

Para comprobar sus teorías, Vonk y su equipo expusieron a distintas especies de grandes felinos a múltiples reproducciones de audio de humanos, tanto familiares como desconocidos.

Al inicio, realizaron un “estudio piloto”, en el que le presentaron reproducciones de voces a siete felinos de cinco especies distintas (tigres, guepardos, serval, pumas y linces) alojados en el Zoológico de Miami en Florida y en el Creature Conservancy en Ann Arbor.

Los investigadores descubrieron que al igual que los gatos domésticos, los grandes felinos distinguen las voces humanas conocidas. (REUTERS/Carlos Jasso)

Los investigadores destacan que no diferenciaron entre subespecies, es decir, que los tigres malayos y los de Sumatra fueron clasificados dentro de la misma categoría felina.

Luego de obtener los resultados, los científicos llevaron a cabo una investigación principal, en la que le mostraron reproducciones de audio con voces desconocidas y familiares a 24 gatos de 10 especies diferentes.

“Anticipamos que la crianza humana y el uso de los nombres de los gatos daría como resultado una mayor atención a las voces, medida por la latencia, intensidad y duración de las respuestas, independientemente del sexo y la subfamilia del sujeto”, se lee en el estudio publicado en la revista científica Peer J.

Unos animales más sociales de lo que parecen

El estudio aporta evidencia a los estereotipos que indican que los felinos son animales asociales. (REUTERS/Antonio Bronic)

Varias especies de gatos no domesticados mostraron evidencia de que eran capaces de reconocer y diferenciar entre las voces humanas conocidas y desconocidas, un hallazgo que, según los investigadores, es similar al que muestran los gatos domésticos y los guepardos “criados a mano”.

Los investigadores celebraron que era la primera vez que se demostraba esta sorprendente habilidad en nueve especies adicionales de grandes felinos y que era la primera ocasión en que se examinaron los efectos del uso de los nombres de los felinos no domesticados.

“Los gatos respondieron más rápidamente y con mayor intensidad a las voces familiares en comparación con las desconocidas, independientemente del sexo, la crianza y si se pronunciaban sus nombres”, agregaron.

Añadieron que este hallazgo se suma a las “evidencias crecientes” que le han atribuido a las especies que no viven en grupos una falta de “cognición social” y resaltaron la importancia de investigar más a fondo a animales menos estudiados.

“Creo que para el público es interesante pensar que incluso los gatos no domésticos registran quien los cuida. Esto sugiere que tal vez no sean tan distantes e indiferentes como a veces tienen fama”, señaló Vonk en entrevista para el medio británico The Guardian.