El pingüino africano (Spheniscus demersus) es una especie de ave endémica de las aguas del sur de África y es considerado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como un animal en peligro de extinción debido al desplazamiento de sus presas, generalmente anchoas y sardinas, ocasionado por barcos pesqueros.
Para luchar en contra de la disminución de la población de los también conocidos como “pingüinos burro”, gracias a que emiten sonidos parecidos a los de un asno, el San Francisco Science Museum, en California, Estados Unidos, lleva a cabo un proyecto de conservación con el que han logrado traer al mundo la increíble cantidad de 10 crías en un lapso de poco más de un año.
Todos los pingüinos bebé pasaron tiempo suficiente con sus padres antes de ser trasladados a una “escuela de peces”, donde aprenderán a nadar por cuenta propia y a alimentarse con peces lanzados por los biólogos de la institución.
El asombroso “baby boom”
A mediados de febrero de 2024, autoridades del San Francisco Science Museum anunciaron en un comunicado de prensa la emocionante llegada de 10 crías de pingüino africano en un evento al que calificaron como un “baby boom”. Los 10 polluelos salieron de sus huevos a lo largo de un período de 14 meses.
Los nacimientos son parte de la participación del zoológico en el Species Survival Plan (SSP) un proyecto que busca la conservación de distintas especies mediante su reproducción responsable dentro de los parques temáticos acreditados por la Association of Zoos & Aquariums (AZA) de Estados Unidos.
El primer nacimiento ocurrió en noviembre de 2022, puso fin a un período de cuatro años sin nuevos polluelos y terminó a finales de enero de 2024. “Eclosionar 10 huevos en tan sólo 14 meses es realmente extraordinario”, declaró Spark Perkins, biólogo del Steinhart Aquarium.
“Nuestro equipo de pingüinos tiene años de capacitación en el arte y la ciencia de la incubación de huevos y la cría de polluelos. Estamos sumamente encantados de poner nuestra experiencia en el cuidado de la próxima generación de esta especie”, recalcó Perkins.
De acuerdo con la agencia de noticias Associated Press, los polluelos se unirán a la colonia original de 21 pingüinos, los cuales cuentan con personalidades únicas que los caracterizan.
Una de las aves que más destacan es Opal, hembra de 36 años que ha perfeccionado la técnica de atrapar a peces a mitad del aire. Asimismo, Bernie y Stanlee, una joven pareja, contribuyó al “baby boom” con cuatro huevos saludables.
Fyn ama correr hacia los biólogos encargados del recinto y “negar” con la cabeza, un comportamiento de cortejo típico que los polluelos y pingüinos jóvenes muestran hacia las personas que los cuidan desde que nacieron.
“Los pingüinos africanos son una especie muy carismática, pero lamentablemente amenazas como la sobrepesca, la degradación del hábitat y los derrames de petróleo tienen un efecto devastador en su población”, compartió Brenda Melton, directora de cuidado y bienestar animal del Steinhart Aquarium.
Según informan las autoridades del zoológico, todos los polluelos reciben el mejor cuidado posible. Durante sus primeros 21 días de vida los pasan dentro de una “caja nido” al lado de sus padres para después ser trasladados a una “escuela de peces”, donde aprenden a nadar solos y a comer los pescados que les dan los biólogos.
“Después de aproximadamente tres meses, se les introduce en la colonia, donde permanecerán entre 4 meses y varios años. Bajo la guía del SSP, a cada ave se le asignará una pareja recomendada y, con suerte, seguirán aumentando su población”, concluyeron las autoridades del zoológico.
La curiosa ave que corre peligro
Esta especie de pingüino no está acostumbrada a las temperaturas bajo cero, pues su característico plumaje los mantienen secos en las frías aguas de la costa africana, de acuerdo con el San Diego Zoo.
Los pingüinos africanos se caracterizan por tener un “parche” de piel desnuda encima de cada ojo que les ayuda a mantenerse frescos durante las temporadas de calor.
Por desgracia, esta curiosa ave figura dentro de la Lista Roja de la UICN, quien la considera como una especie en peligro de extinción, debido a la sobrepesca, la perturbación humana, la recolección de huevos, los derrames de petróleo y la competencia con el lobo marino del Cabo por conseguir alimento.
Con información de Associated Press