Maggie, el rostro de la lucha contra las carreras de trineos

Miembros de PETA aseguraron que antes de su rescate Maggie era alimentada con un “estofado” de carne podrida y llena de hongos además de que permanecía en la intemperie, donde la temperatura alcanzaba los -7 grados centígrados

Maggie fue rescatada por miembros de PETA de un criadero de perros utilizados para carreras de trineo durante el Iditarod.(YouTube/PETA (People for the Ethical Treatment of Animals)

Maggie es una husky siberiana que fue completamente abandonada por sus dueños, quienes desde hace muchos años cruzan canes con el único objetivo de utilizarlos como perros de tiro de trineo, considerado por muchas asociaciones animalistas como un deporte cruel.

La perra convivía con decenas de sus hermanos que fueron descartados por sus dueños, quienes consideraron que sus genes no eran “aptos” para las carreras de trineos, en un lugar sumamente deplorable, con un estilo de vida indigno y sin acceso a comida nutritiva ni agua limpia.

Su vida cambió gracias a los voluntarios de la People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), quienes la liberaron de sus cadenas y la trasladaron hasta un lugar donde recibió atención médica veterinaria y todo el amor que siempre mereció.

Botada como basura por no ser “digna”

Miembros de PETA rescataron a Maggie de un criadero de perros utilizados para carreras de trineos. (Captura de pantalla/YouTube/PETA (People for the Ethical Treatment of Animals))

Con un emotivo video, los trabajadores de PETA anunciaron uno de sus más recientes rescates: Maggie, una entusiasta husky siberiana.

Maggie era propiedad de Team Baker Kennel, un criadero con el que la asociación animalista tiene problemas desde hace varios años, pues en múltiples ocasiones han visibilizado las condiciones bajo las que tienen a los perros, a quienes cruzan y entrenan para el Iditarod, una carrera anual de trineos jalados por perros realizada en Alaska.

En el video, se observa a Maggie recibir con emoción a uno de los trabajadores de campo a pesar de que una corta y gruesa cadena atada a su cuello le impide moverse con plenitud.

Los trabajadores de PETA aseguran que tanto Maggie como otra “docena” de perros eran encadenados en la intemperie, “a pesar” de que las temperaturas alcanzan los -7 grados centígrados.

Maggie ladra por ayuda, pero sus “gritos” no son tan ruidosos como deberían, los voluntarios de PETA creen que el jaloneo de la gruesa cadena que la mantiene atada a un poste es el culpable.

La amigable perra siempre sale a saludar cada vez que un trabajador la visita para confirmar su estado de salud, pues aseguran que sus dueños la descartaron por creer que “no está hecha para competir”.

Después de varias visitas, los voluntarios de PETA pudieron liberar a Maggie y la trasladaron a un refugio al otro lado del país.

“Durante el viaje probó un montón de cosas nuevas: recibió un juguete, un baño y degustó de premios por primera vez en su vida antes de llegar a las instalaciones de PETA a 4.300 kilómetros de distancia”, indicaron los trabajadores de la asociación animalista, quienes aseguran que permanecería ahí hasta que le encuentren el “hogar perfecto”.

Una de las trabajadoras de la organización declaró que lo que esperan para Maggie es que tenga una vida “muy larga y llena de amor” junto a alguien que la cuide y vele por su bienestar además de estar siempre para ella sin importar lo que pase.

El video finaliza exhortando a la población a sumarse a su causa de terminar con las carreras de trineos de perros, especialmente con la Iditarod.

Las crueles carreras de trineos tirados por perros

Maggie probó muchas cosas nuevas tras su llegada a las instalaciones de PETA, incluido jugar con su primer peluche. (Captura de pantalla/YouTube/PETA (People for the Ethical Treatment of Animals))

Desde hace varios años los funcionarios de PETA se oponen a las carreras de trineos jalados por perros bajo el argumento de que es sumamente cruel hacerlos correr cuatro maratones en un solo día.

A lo largo de la carrera, los perros se enfrentan a temperaturas gélidas y “terrenos traicioneros” durante muchas horas por hasta siete días seguidos en el transcurso de la carrera anual Iditarod Trail.

Los miembros de la asociación animalista agregan que los perros corren en promedio más de 1.610 kilómetros a lo largo de nueve días o menos y aseguran que 27 canes utilizados durante el Iditarod han muerto desde 2004.