Hace cuatro años, la hija de Linda Varisco, habitante de Florida, Estados Unidos, se encontró con una cría de ardilla gris que fue abandonada por su madre en la entrada de su hogar. Al ver al animal de aproximadamente cuatro semanas de edad, la mujer buscó durante horas algún indicativo de que no estuviera sola, pero no encontró ninguno.
Al ver que la ardilla estaba abandonada, Varisco decidió adoptarla y la nombró Mr. Peaches antes de proporcionarle un hogar temporal dentro del cajón de un mueble de ropa, donde pudo descansar y desarrollarse adecuadamente al mismo tiempo que recibía todo el amor y cariño de su nueva familia.
A medida que creció, Mr. Peaches comenzó a explorar su nuevo hogar. El padre de Varisco le fabricó una pagoda de madera que colgaron en el techo del solárium de su hogar en la que amaba descansar. A los ocho meses, escapó a través de un agujero que royó en la red que lo mantenía a salvo. La familia se entristeció al creer que no lo verían nunca más, sin embargo, la ardilla los sorprendió con un tierno gesto.
La ardilla que se negó a irse
Mr. Peaches fue encontrado en agosto de 2019 cuando tenía aproximadamente entre tres y cuatro semanas de edad en la entrada del hogar de la familia Varisco.
Al ver que no estaba acompañada, supieron de inmediato que debían ayudarla, pues no hubiese podido sobrevivir en la naturaleza por su cuenta. La familia la alimentó y le proporcionó un lugar cómodo y caliente en donde dormir: el cajón de un mueble que estaba adaptado para su confort.
Según relató Varisco para el medio The Dodo, Mr. Peaches vivió en el “pequeño” cajón durante sus primeros tres meses de vida, hasta que su padre le fabricó una pagoda de madera que colgaron del techo de su solárium, ya que, según menciona, las ardillas se sienten “más seguras” cuando están en las alturas.
Mr. Peaches pronto mostró sentirse feliz dentro de la pagoda que estaba acondicionada con mantas y cojines, pero a medida que creció se volvió más juguetón y mostró un gran interés por explorar sus alrededores.
Fue esa curiosidad la que lo motivó a abrir un agujero en la red del solárium que lo mantenía a salvo del exterior y escapar del hogar que lo mantuvo a salvo durante ocho meses.
La familia entristeció al notar que Mr. Peaches escapó y durante un corto periodo de tiempo, intentaron lidiar con el duelo, sin embargo, a los dos días, Varisco encontró a la ardilla durmiendo plácidamente dentro de su amada pagoda.
Fue ahí cuando entendieron que Mr. Peaches necesitaba vivir en libertad en la naturaleza y que regresaría siempre que necesitara comida o mimos, por lo que decidieron honrar el “agujero de ardilla” al colocar un marco de madera para mantenerlo abierto y permitirle a su amigo entrar y salir del solárium a voluntad.
“Él sabe que siempre será bienvenido, [...] su historia me inspiró y cambió mi vida para siempre. Sus fans solían decirme que escribiera un libro, así que lo hice”, declaró Varisco.
La mujer escribió el libro titulado “La vida de Mr. Peaches”, en donde habla sobre la emotiva historia de su amada ardilla. En numerosas ocasiones Varisco ha visitado escuelas para sorprender a niños de todo el estado con el hermoso vínculo que mantiene con su mascota.
A día de hoy, a cuatro años de su rescate, Mr. Peaches continúa visitando a Varisco y a su familia. La mujer cariñosamente apodada “The squirrel lady” o “La dama de las ardillas” constantemente comparte a través de todas sus redes sociales el vínculo que mantiene con este y otros roedores como Lychee y Coconut.
La familia de roedores que no deja de crecer
Lychee es el más reciente integrante de la familia de roedores. Al igual que Mr. Peaches fue abandonado por su madre cerca de la casa de uno de los amigos de Varisco, quien de inmediato supo que “La dama de las ardillas” era la indicada para darle una segunda oportunidad de vida.
Según relata Varisco para el medio GeoBeats, Lychee estaba tan desnutrido que sin su ayuda probablemente no hubiera sobrevivido en la naturaleza. Durante varios días recibió alimento a través de una jeringa y creó una conexión prácticamente imposible de romper.
Después de recuperarse, Lychee mostró tener una amorosa personalidad y se negaba a separarse de Varisco, quien entendía que las ardillas necesitan vivir en la naturaleza, por lo que intentó liberarla en un par de ocasiones.
Lychee demostró que no se quería separar de su “madre” y regresaba a su hogar en cada oportunidad que tenía, por lo que Varisco entendió que desde entonces sería un “niño de mamá”.
La ardilla continúa viviendo en la casa de Varisco y recientemente trabó amistad con Mr. Peaches, quien entra y sale del solárium para juguetear con sus nuevos conocidos.