Los “cat cafes” se convirtieron en una experiencia popular y singular para los amantes de las mascotas alrededor del mundo. En Japón, los apasionados de los animales re imaginaron estos espacios al incluir minipigs con los que pueden convivir y acariciar al mismo tiempo que disfrutan de sus bebidas como parte de las atracciones principales.
En un principio existieron cafeterías que permitían el ingreso a mascotas, con el tiempo se idearon espacios en los que la convivencia con animales fuera parte de la experiencia del consumidor y poco a poco se especializaron en un tipo de animal como los cerdos contrario a la creencia popular, son extremadamente limpios, silenciosos y odian estar solos, lo que los convierte en la compañía perfecta.
La inusual experiencia se suma a la lista de cafeterías japonesas cuyo principal atractivo es interactuar con animales como gatos, búhos, erizos, pájaros e incluso serpientes y que ha atraído a visitantes de todas partes del mundo.
Una experiencia que derriba mitos
Mipig, uno de los 10 “pig cafes” de Japón se encuentra en la ciudad de Tokio, en la zona de Harajuku y se espera que pronto se inauguren dos más, pues el éxito detrás de esta original idea atrae a personas de todo el mundo como Brad Loomis, ingeniero de software de la ciudad de Pullman en Washington, quien declaró para la agencia de noticias Associated Press (AP) que la experiencia era “maravillosa, muy relajante y agradable”.
Y no es para menos, pues en un día normal, es común ver a una docena de clientes tomarse selfies al mismo tiempo que expresan su enorme felicidad mientras que los cerdos en miniatura corretean por la habitación en busca de un acogedor regazo sobre el cual acostarse.
Los clientes pagan alrededor de 15 dólares americanos por los primeros 30 minutos en compañía de los cerdos y, debido a la enorme popularidad del concepto, se necesita programar una reservación.
La cafetería no sería nada sin los mini pigs, y cada uno aporta algo especial al lugar. “Cada cerdo es único, todos tienen su propia personalidad. Puedes notar que uno puede ser testarudo mientras que otro es gentil”, expresó Shiho Kitagawa, ejecutivo de Mipig que se refiere a los cerdos con el honorífico de “buta-san”.
De acuerdo con AP, los “minipigs” o “microcerdos” no crecen más que un perro corgi, ni siquiera cuando son adultos, pero existen cafeterías en las que existen “adorables” animales del tamaño de un caniche.
Los amantes de los cerdos aseguran que son “excelentes mascotas” y se pueden comprar en Mipig por aproximadamente 1.350 dólares. Todos aprendieron a ir al baño y están acostumbrados a convivir con más gente. El lugar incluso ofrece diferentes opciones de comida para estos animales, de los cuales aseguran han vendido más de 1.300.
El éxito de la experiencia es evidente, pues aunque existía una máquina expendedora de bebidas, todas las personas estaban ocupadas acariciando y conviviendo con los micro cerdos.
Sophie Mo’unga de Nueva Zelanda se convirtió en una de las personas favoritas de los cerdos durante su visita, ya que varios de ellos “peleaban” por su regazo. “Eran lindos. Creo que se estaban abrigando unos a otros”, añadió.
Un debate sobre la ética
La cafetería no invierte en publicidad, pues la mayoría de sus clientes se enteran del negocio gracias a las redes sociales, principalmente Instagram, no obstante, la idea también atrajo la atención de sociedades protectoras de animales, cuyos representantes plantean cuestiones éticas sobre si los seres vivos disfrutan de la experiencia tanto como los humanos.
Sachiko Azuma, directora de Put an End to Animal Cruelty and Exploitation (PEACE), informó a AP que debe ser “muy estresante” ser tocado y acariciado por un grupo de extraños y externó su preocupación porque “los animales se convirtieron en herramientas para un negocio lucrativo”.
PEACE se opone a los experimentos con animales y a los “zoológicos de mascotas”, ya que los cafés tienden a ser pequeños y no brindan suficiente ambiente natural para gatos o cerdos pequeños, “mientras que aquellos que atrapan vida silvestre son aborrecibles”, concluyó Azuma, quien aprueba las cafeterías administradas por refugios que buscan dueños para los seres sintientes abandonados.
Con información de Associated Press