El debate sobre si los gatos son más inteligentes que los perros existe desde hace mucho tiempo, los dueños exponen sus argumentos para defender a sus mascotas favoritas, sin embargo, éstos casi siempre carecen de una base científica sólida.
Investigadores de la Universidad Eotvos Loránd de Hungría buscaron terminar con este “enfrentamiento” y compararon la inteligencia entre ambas especies en una serie de pruebas bajo las mismas condiciones.
Las sorprendentes conclusiones revelaron que la respuesta para saber si son más inteligentes los perros o los gatos varía de acuerdo a sus necesidades, y que las herramientas con las que cuentan ambas especies hacen que cada una sea la más inteligente en su propio juego.
Los motivos detrás de la inteligencia
El estudio realizado por Atila Salamón, Stefania Uccheddu, Melitta Csepregi, Ádám Miklósi y Marta Gácsi, investigadores de etología comparada en conjunto con el departamento de etología de la Universidad Eotvos Loránd de Hungría comparó a los perros, quienes según los científicos, moldearon su inteligencia alrededor de su entorno social y desarrollaron un conjunto de habilidades sociocognitivas compatibles con los humanos.
Investigadores indicaron en el estudio publicado en la revista científica Nature en octubre de 2023, que los caninos son capaces de “confiar” en gestos como girar la cabeza, inclinarse, orientar el cuerpo y señalar con el dedo, por lo que dependen de señas humanas.
“Los gatos generalmente están desatendidos en sus actividades al aire libre, mientras que los perros pueden participar en algún tipo de actividad con su dueño cuando están fuera de casa”, s, coautora del estudio. La afirmación expone que la adaptación de los felinos al ambiente humano parece menos evidente.
Tras su domesticación, ambas especies cuentan con diferencias “importantes”, ya que los perros se mantienen como mascotas de interior o exterior, mientras que la mayoría de gatos no suelen tener acceso a las áreas fuera del hogar.
“Los gatos generalmente están desatendidos en sus actividades al aire libre, mientras que los perros pueden participar en algún tipo de actividad con su dueño cuando están fuera de casa”, se lee en el artículo. La afirmación expone que la adaptación de los felinos al ambiente humano parece menos evidente.
Los científicos evaluaron la capacidad de prueba de los gatos tanto en laboratorio como en casa, mientras que los perros únicamente fueron estudiados en un ambiente controlado fuera de su hogar.
El estudio consistió en ver la reacción de ambas especies después de que una experimentadora le señalara un plato con comida oculta después de llamar su atención con sonidos cortos como golpear suavemente el suelo o la pared y se clasificaron tres tipos de resultados: correcto, incorrecto y sin elección.
El resultado correcto dependía de que el animal se acercara directamente hacia el objeto al que la experimentadora apuntaba, el incorrecto era el producto de que los estudiados escogieran el recipiente que no estaba siendo señalado mientras que no responder ante las señalizaciones era considerado como “sin elección”.
¿Quién es más inteligente?
En el laboratorio, todos los perros tomaron una decisión en al menos la mitad de las pruebas, mientras que 15 de 33 gatos hicieron lo mismo. En un ambiente hogareño, 14 de 19 felinos hicieron una elección.
Tras repetir la prueba varias veces, los científicos llegaron a la conclusión de que la respuesta dependía de las oportunidades y necesidades de la especie, ya que ambas son la más inteligente en su propio ámbito.
“Nuestros hallazgos proporcionan evidencia directa de que la capacidad de prueba de los perros es significativamente mejor en una prueba realizada en un ambiente de laboratorio que la de los gatos, incluso si los felinos pasaron por una habituación previa”, se lee en la publicación. Sin embargo, “los gatos parecen ser capaces de confiar en los gestos humanos distales si están motivados para elegir”.