El comercio de la carne de perro es un negocio que existe en países como India, Corea del Sur, Indonesia y Vietnam, donde se utiliza para la preparación de platillos típicos bajo la creencia de que tiene propiedades medicinales o afrodisíacas.
Asociaciones como la Humane Society International (HSI) trabajan arduamente para acabar con el cruel negocio que, según sus estadísticas, sacrifica a cerca de 30 millones de perros anualmente para consumo humano en toda Asia.
El problema va desde la captura, los comerciantes arrebatan animales de las calles, roban mascotas de los patios de sus hogares o las compran directamente a sus dueños, para posteriormente trasladarlas en camiones, donde viven hacinados durante varios días hasta que llegan a su destino final, donde son sacrificados.
¿Qué países consumen carne de perro?
La HSI estima que alrededor de cinco millones de perros son capturados y asesinados en Vietnam al año para solventar la demanda de carne. Los cazadores utilizan cebos, pistolas eléctricas y pinzas de hierro para capturar a los canes.
La historia no se detiene ahí, durante el transporte, son introducidos dentro de pequeñas jaulas y hacinados en camiones que van rumbo al matadero. Los viajes suelen durar varios días, y durante todo el trayecto se les niega comida, agua o descanso.
Según una encuesta realizada por la HSI en septiembre de 2023, casi el 40% de la población vietnamita consume carne de perro. Ante este escenario, la organización implementó una iniciativa llamada “Modelos para el cambio”, la cual busca que comerciantes y trabajadores de la industria abandonen el cruel comercio y cambien a estilos de vida diferentes.
En India, el consumo de perro no se extiende a todo el territorio y es exclusivo de algunas zonas tribales y de minorías étnicas de los estados del noroeste del país como Mizoram, Manipur y Nagaland, según reporta la agencia de noticias EFE.
En el pasado, el Gobierno regional de Nagaland trató de prohibir el consumo de carne de perro, pero la propuesta fue anulada por un tribunal bajo el argumento de que la práctica cuenta con aceptación social.
Los consumidores aseguran que se trata de un animal más, mientras que otros dicen que tiene propiedades terapéuticas e incluso afrodisíacas.
En Indonesia el consumo es legal en zonas donde habitan tribus o grupos étnicos no musulmanes como Célebes o las Malucas. Barack Obama, ex presidente de los Estados Unidos, reconoció en sus memorias “Dreams from my father” que probó la carne de perro en éste país, en el que habitó cuando era joven.
En Corea del Sur los perros son asesinados para preparar una sopa llamada “boshintang”. Los consumidores creen que “vigoriza” la sangre y reduce el letargo. También se produce el tónico “gaesoju”, que es vendido en tiendas de medicina tradicional.
Desde 2015, la HSI trabaja rigurosamente para cerrar las granjas y criaderos de perros de Corea del Sur. Desde entonces logró rescatar a más de 2500 canes que recibieron una segunda oportunidad en países como EEUU, Inglaterra y Canadá.
Sus acciones y las de otros grupos preocupados por el bienestar de los seres sintientes lograron que el Parlamento del país, aprobara una prohibición al comercio de la carne de perro el pasado 9 de enero.
Un suceso histórico para el bienestar animal
El 9 de enero de 2024, el Parlamento de Corea del Sur aprobó una histórica prohibición a la producción y venta de carne de perro, una práctica que la población lleva a cabo desde hace cientos de años.
La Asamblea Nacional aprobó el proyecto de ley con 208 votos a favor y 0 en contra, aunque todavía falta el respaldo del Consejo de Gabinete y la aprobación del presidente Yoon Suk Yeol.
“La ley tiene como objetivo contribuir a la realización de los valores de los derechos de los animales, que persiguen el respeto a la vida y una coexistencia armoniosa entre humano y animales”, dice la legislación.
La nueva ley dará un período de gracia de tres años y convertirá el sacrificio, la cría y venta de carne de perro para consumo humano en actividades ilegales a partir de 2027, que serán castigadas con dos años de cárcel.
JungAh Chae, director ejecutivo de la oficina coreana de la HSI, declaró para la agencia de noticias Associated Press sentirse emocionado, pues nunca pensó ver una prohibición a la industria de la carne de perro en Corea del Sur. “Esta victoria histórica para los animales es testimonio de la pasión y determinación de nuestro movimiento de protección a los derechos de los seres sintientes”, expresó.
La ley significa un gran paso contra el maltrato animal, no obstante, existen personas como Son Won Hak, ex lider de una asociación de agricultores, que se oponen a este nuevo cambio. Son argumenta que la aprobación del proyecto se trata de un “claro ejemplo” de violencia estatal, pues infringen su libertad de elegir su ocupación.
El agricultor declaró que los criadores de perros del país presentarán pronto una petición ante el Tribunal Constitucional de Corea, al mismo tiempo que realizarán manifestaciones.