El inventor Nikola Tesla es reconocido a nivel mundial por sus contribuciones al diseño moderno del suministro de energía. Existen muchas facetas suyas conocidas, entre las que destaca su amor por los animales, con los que convivió desde que era niño.
En una carta incluso le agradece a Macak, un gato negro que tuvo cuando era niño, por ayudarlo a entrar en contacto por primera vez con la electricidad.
Tesla acarició a su gato y notó que salían “chispas” de su pelaje y le preguntó a su padre sobre aquel interesante fenómeno, a lo que él respondió: “Se trata de electricidad”, dejando una huella que durante años fascinó al inventor, quien llegó a preguntarse si la naturaleza se trataba de “un gigantesco gato”.
”¿Será acaso la naturaleza un gigantesco gato?”
La carta de Tesla titulada “Una historia de juventud contada por la edad”, según su biógrafa Margaret Cheney, iba dirigida a Pola Fotic, hija pequeña de Konstantin Fotic, el entonces embajador de Yugoslavia en Estados Unidos. En ella el inventor explicaba el cariño que desde niño sentía por los animales y le dedica un recordatorio a “un amigo muy especial”: el “imponente Macak, el gato más precioso del mundo”.
Tesla relata que cuando tenía tres años se resguardaba en su casa de una tormenta de nieve junto a su gato. Después de un tiempo, sintió el impulso repentino de querer acariciar su lomo y observó un hecho que “lo dejó sin habla”.
“El lomo del gato resplandecía y, al pasarle la mano, saltaban crepitantes chispas que se oían por toda la habitación”, escribió Tesla en su carta. El curioso niño fue a informar de su hallazgo a su padre, un sacerdote ortodoxo erudito, quien le contestó: “Se trata de electricidad”. Su madre, por el contrario, le ordenó que dejara de jugar con el animal de inmediato pues podría ocasionar un incendio.
El asombrado Tesla mantuvo esa idea en la cabeza durante un tiempo y llegó incluso a preguntarse: “¿Será acaso la naturaleza como un gigantesco gato? Si así fuera, ¿Quién le acariciaba el lomo?” y llegó a la conclusión de que “sólo podía ser cosa de Dios”.
Esa misma noche, Tesla notó que Macak sacudía las patas “como si caminara sobre una superficie mojada” y en la oscuridad de la habitación se percató de que “un aura, similar a la de la cabeza de los santos”, cubría el pelaje de su amado gato.
Chaney relata en la biografía sobre Tesla que desde ese momento “no pasó ni un sólo día sin que (el inventor) no dejara de preguntarse qué sería la electricidad sin dar con la respuesta”, pues la carta la escribió a sus casi ochenta años y seguía tratando de encontrar una explicación a su interrogativa.
¿Quién es Tesla y qué hizo?
Nikola Tesla fue un inventor e ingeniero eléctrico serbio naturalizado estadounidense mundialmente reconocido por sus contribuciones al diseño moderno del suministro de electricidad de corriente alterna.
Tesla nació el 10 de julio de 1856 en el pueblo de Smiljan, en el entonces Imperio austrohúngaro (ahora Croacia), fruto del matrimonio entre su padre Milutin Tesla y su madre Duka Mandic.
Durante su juventud, comenzó con los estudios de ingeniería eléctrica en la Universidad de Graz, donde investigó los usos de la corriente alterna. En 1878, abandonó la escuela y viajó por todo el país, hasta 1882 que se trasladó a París, en Francia, para trabajar como ingeniero diseñando mejoras para el equipo eléctrico de la Continental Edison Company, compañía de Thomas Alva Edison.
Su meteórico ascenso ocurrió después de que la iluminación del SS Oregón, uno de los transatlánticos más veloces en aquel momento y el primer barco en contar con electricidad, fallara y fuera él responsable de su reparación, recibiendo así una felicitación personal de Edison, su entonces empleador.
Tras su importante labor en la instalación eléctrica del SS Oregón, Tesla abandonó la compañía de Edison tras serle negado un aumento de sueldo y en 1886 fundó su propia industria llamada Tesla Electric Light and Manufacturing, donde construyó un motor de inducción sin escobillas alimentado por corriente alterna.
A lo largo de la década de 1890, Tesla continuó con sus ideas sobre la iluminación y la distribución inalámbrica de la energía eléctrica con la realización de múltiples experimentos, siendo la Torre de Wardenclyffe uno de los más reconocidos a pesar de que nunca pudo completarlo.
Después de gastar la mayor parte de su dinero, el inventor murió en Nueva York en enero de 1943 y sus descubrimientos y aportaciones cayeron en el olvido, hasta que en 1960, la Conferencia General de Pesas y Medidas nombró al Sistema Internacional de Unidades para medir la densidad del flujo magnético como “Tesla” en su honor.