Twinkle y Bambi son dos perros que lograron ser salvados por un milagro del destino después de que su anterior dueño los abandonara en las frías calles de Dundrennan en Rumania. Los animales estaban cubiertos de nieve y cuando una persona los encontró temblando de frío las temperaturas en la zona eran de -10° centígrados.
El futuro de los caninos parecía estar dictado, pues ninguna de las personas que los vieron decidieron acogerlos en su casa antes de que los rescatistas llegaran. Los colaboradores del Hospicio de Animales Maggie Fleming llegaron para atenderlos y decidieron subirlos a un avión para llevarlos a sus instalaciones en Escocia.
Los caninos tienen 19 años y después de este duro comienzo lograron encontrar la paz que tanto necesitaban en el santuario escocés. La gerencia del refugio explicó que estas criaturas pasaron de estar hambrientos, asustados y congelados a descansar en camas calientes y con mucho amor.
Un rescate sin precedentes
Alexis Fleming, propietaria del hospicio, explicó que los animales nunca habían salido de casa y desconoce las razones por las que su dueño decidió que la “primera experiencia” de los animales en las calles tenía que ser abandonarlos y dejarlos a su suerte.
“Por alguna razón el hombre decidió que iba a apagar el brillo de los perros. Durante dos semanas los dejaron afuera a -10°C y seguían rascando para entrar por la puerta de su casa. Entonces alguien llamó a Pawprints to Freedom Rescue, una organización benéfica del Reino Unido que trabaja en Rumania para realojar a los perros”, explicó la rescatista en entrevista para el periódico Daily Record.
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Los vecinos que vieron el abandono de los animales compartieron que simplemente el dueño ya no se quería hacer cargo de los animales y los echó en la madrugada. Los caninos pasaron varios días aterrorizados y aullaban por miedo.
“Los perros llegaron Ringliggate el jueves en la madrugada y tan pronto como se vieron en casa, se acurrucaron juntos. Es el único amor y consuelo que jamás habían conocido; fue desgarrador”, describió Fleming el momento en que los caninos se sintieron a salvo lejos de las frías calles de Rumania.
Abrir un espacio extra
Alexis Fleming explicó que ante tantos casos de abandono y con el albergue lleno, ya no quería aceptar a un perro más, aunque esta situación le desgarrara el corazón, pero al enterarse del caso de Twinkle y Bambi decidió que podía hacer un esfuerzo extra para salvar a estos caninos.
La rescatista se enteró de la historia de los dos perros gracias a un amigo suyo de Gales que vio la historia de redes sociales y tan pronto ella leyó la historia, llamó al refugio en Rumania para explicar a los rescatistas que ella podía hacerse cargo de los caninos sin problemas.
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“Tan pronto como acepté me sentí mejor. Cuando llegaron aquí, Bambi tuvo un ataque poco después de su primera comida. Tal vez porque ambos habían pasado hambre durante tanto tiempo”, explicó la mujer.
Fleming consideró que por las fechas y la historia detrás de Bambi y Twinkle este rescate es muy especial. En cuestión de días los animales recuperaron el brillo en sus ojos y parece que volvieron a creer en la esperanza de encontrar alguien que los ame para siempre.
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