Cómo los humanos influyeron en el color de los ojos de los perros a lo largo de la historia

Los perros fueron domesticados por el ser humano hace más de 15.000 años, debido a este proceso surgieron diferentes razas para cumplir con tareas específicas que aporten a la sociedad y con ello hubo un “preferencia” para que estos animales tuvieran los ojos de ciertos colores.

Akitsugu Konno, investigadora de la Universidad de Ciencias de Teikyo en Japón, descubrió que los ojos oscuros son más comunes en los caninos domesticados que en sus parientes salvajes y esta situación fue influenciada por los humanos, puesto que la iris con este tipo de colores da una percepción de amistosidad.

La académica explicó que en las iris más claras representan una ventaja evolutiva para los animales silvestres, no obstante, por el proceso de domesticación esta presión selectiva desapareció y dio como resultado que los perros que viven en casa tengan los ojos oscuros.

El equipo de investigación explicó que las tonalidades oscuras en estas partes del cuerpo les dio ciertas ventajas en los humanos, quienes posiblemente de manera inconsciente se decantaron por este aspecto a lo largo de los años.

La investigación “‘¿Los humanos prefieren los perros de ojos oscuros? La domesticación como posible impulsor de la diferencia de color de la iris entre perros y lobos” fue publicado por la revista Royal Society Open Science este 20 de diciembre.

En dicho trabajo los investigadores compararon el color de la iris en 22 imágenes de lobos grises de diferentes partes del mundo con 81 fotos de perros domésticos y descubrieron que estos últimos tienen la iris de los ojos más oscuros y rojizos.

El equipo de trabajo posteriormente mostró 12 pares de imágenes con grupos de caninos con ojos claros y oscuros, los voluntarios tenían que realizar una especie de ranking para calificar los rasgos de personalidad y cuánto le gustaría interactuar con el animal o si lo adoptaría.

Los perros con los ojos oscuros obtuvieron la calificación más alta en amabilidad, mientras que el otro grupo fue calificado como tranquilo, sociable e independiente. Los resultados fueron constantes entre la encuesta realizada a 66 participantes que formaron parte de la investigación.

Konno y su equipo de trabajo especuló que una iris más oscura “hace que sea más difícil distinguir el tamaño de la pupila y, por tanto, da la ilusión de una pupila grande, lo que se asocia con nuestra percepción de ser más parecidos a un bebé”.

Los investigadores realizaron otra teoría de que las tonalidades oscuras están relacionadas con la inmadurez y este aspecto influye en las personas para proteger y cuidar de estos animales.

“En general, los perros con ojos oscuros pueden haber desarrollado este rasgo en gran medida como un medio para enviar señales de mirada no amenazantes a los humanos”, escribieron los académicos en las conclusiones de su investigación.

Investigadores de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, realizaron otro trabajo en 2019 en el que descubrieron que los caninos domésticos desarrollaron de forma involuntaria la anatomía de sus cejas con la finalidad de comunicarse mejor con los humanos.

En dicha investigación los académicos explicaron que estas mascotas son las que están más conectadas con las emociones humano a diferencia de otras especies.