La muerte de un puma alertó a distintas autoridades de San Diego, California, en Estado Unidos. Su fallecimiento dejó huérfanos y a su suerte a tres cachorros de apenas seis semanas de edad.
Fue por eso que miembros del San Diego Zoo Wildlife Alliance (SDZWA), UC Davis Wildlife Health Center y el California Department of Fish and Wildlife (CDFW) comenzaron la labor de búsqueda de los cachorros huérfanos teniendo como punto de partida el localizador que tenía el collar de la madre fallecida.
El equipo de rescate utilizó la información del GPS del collar de la madre de los cachorros para delimitar el área de la búsqueda y darse una idea de dónde se podrían encontrar.
A través de sus página web, el SDZWA relató como fue la busqueda de cada uno de los cachorro puma, quienes por su corta edad estaban frente a un rescate contrarreloj.
Una angustiante búsqueda
Durante el primer día de las tareas de rescate, el equipo encontró a uno de los cachorros escondido dentro de un hoyo entre un par de rocas.
Más tarde ese día pudieron hallar al segundo de los pumas, quien estaba “encajado firmemente” entre dos trozos de piedra.
El último de los cachorros fue avistado tres días más tarde agazapado en un chaparral. El equipo de rescate continuó monitoreando la zona en búsqueda de señales que indicaran la ausencia de otro puma.
Al poco tiempo, los investigadores confirmaron con cámaras de seguimiento remotas que no existía evidencia de otros felinos, por lo que decidieron suspender la búsqueda.
El tercer puma por fin fue encontrado a 76 metros de distancia de sus hermanos.
El SDZWA informa en el comunicado que debido a su corta edad, lo más probable es que los cachorros no sobrevivirían más de una semana por su cuenta.
Los cachorros fueron tratados en el campo por deshidratación antes de ser llevados al Paul Harter Veterinary Medical Center en el SDZWA.
El zoológico indicó que debido a que los pumas quedaron huérfanos a una edad temprana, no pueden ser reintroducidos de manera segura dentro de su hábitat nativo, por lo que el CDFW designó al parque temático como un refugio seguro, donde les ofrecerán una segunda oportunidad de vida y la atención y el cuidado necesarios.
Lisa Peterson, directora ejecutiva del zoológico, declaró que los leones de montaña son una especie esencial que vive “en el patio trasero” de los habitantes de San Diego.
Además, dijo que fue “todo un privilegio” cuidar de los cachorros mientras recuperan su plena salud y dijo sentirse honrada de poder velar por ellos “a largo plazo”.
Y finalizó mencionando que el parque temático será un refugio para los tres cachorros, donde les ofrecerán paisajes nativos y “nuevas oportunidades” para prosperar, mientras comparten la importancia de la coexistencia entre la vida silvestre con todos los visitantes del zoológico.
El comunicado destacó la importancia de los pumas, al referirse a ellos como una “especie clave” que se extiende desde Canadá hasta América del Sur y menciona que son animales “extremadamente” versátiles y adaptables, siendo capaces de sobrevivir dentro de una gran variedad de hábitats, como altas montañas, desiertos, zonas costeras e incluso ciudades.
La labor de conservación del SDWZA
El SDWZA constantemente vela por el rescate y la conservación de las distintas especies en peligro que existen y recientemente se informó sobre la labor de mantener con vida a Winston, un gorila de espalda plateada de 51 años, quien es considerado como uno de los miembros de esta especie más viejo del mundo dentro de un zoológico.
Winston es residente del parque temático desde 1984 y desde entonces tuvo nueve crías y adoptó a dos gorilas machos no emparentados, pero desde 2017 comenzó a mostrar signos de declive: un inusual letargo y reducido apetito generaron preocupación dentro de los miembros del personal del zoológico, quienes decidieron realizar pruebas para identificar la causa.
Los resultados arrojaron irregularidades en la función cardiaca de Winston y desde entonces, el zoológico continuó monitoreando su condición, hasta enero de 2021, cuando su corazón volvió a convertirse en una preocupación luego de ser diagnosticado con SARS-CoV-2, hecho que lo convirtió en uno de los primeros grandes simios del mundo en contraer COVID-19.
Desde entonces el primate cuenta con un equipo dedicado a monitorear tanto a Winston como a su prole para detectar posibles efectos a largo plazo del COVID-19 en los gorilas.