En la noche del Día de Acción de Gracias, el Departamento de Policía de Coronado, en San Diego, Estados Unidos, recibió la llamada de rescate de un ciudadano que avistó a un león marino que trataba de cruzar la carretera SR-75 en Leyte Road, luego de su rescate e intento de relocalización, los oficiales nombraron al animal Gobble, en honor a que fue hallado durante la víspera del Día de Acción de Gracias.
El 29 de noviembre, el Departamento compartió el video del rescate a través de su cuenta oficial de Facebook e Instagram, en el clip se observa a los uniformados llevar a Gobble dentro de una transportadora para tratar de liberarlo en el mar y darle una oportunidad de que regrese a su hábitat natural en la costa de San Diego.
Posteriormente, uno de los policías coloca la transportadora en la arena, abre la caja e incentiva al león marino a salir de ella. Con el animal fuera, el uniformado aleja la jaula y espera a que Gobble corra al mar, pero tras unos segundos y bajo la mirada atónita de sus rescatistas, vuelve a la aparente seguridad del pequeño portador gris, el hecho provocó risas entre el equipo de salvamento.
El deshidratado y malnutrido león necesitó la ayuda de especialistas
La acción del pequeño león marino provocó diferentes reacciones entre los seguidores de la cuenta del Departamento. Algunos agradecieron a los oficiales por acudir a su rescate, por ayudarlo a salir de la peligrosa carretera y de tratar de reubicarlo.
En la descripción del video, el Departamento declara que luego de que Gobble regresó a la transportadora, las autoridades contactaron con miembros de SeaWorld Rescue, división de rescate del parque temático SeaWorld.
El equipo de rescate llegó a la playa donde se encontraba Gobble y notó que el animal mostraba signos de desnutrición y deshidratación graves.
Un portavoz del equipo especializado en vida marina, declaró más tarde para el medio estadounidense NBC San Diego que Gobble pesaba la mitad de lo que debería pesar un león marino de su edad.
Durante días, Gobble recibió rehabilitación y comida líquida. El cachorro pudo comer sus primeros trozos de calamar y pescado hace un par de días, lo que era una buena señal, pues demostraba que tenía apetito, dijo el representante del equipo de rescate.
Más tarde, el vocero indicó que es muy probable que el león marino estuviera deambulando porque había estado expuesto a una dosis de ácido domoico que, de acuerdo con la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California, es una biotoxina marina natural que puede producirse durante las floraciones de algunas especies de algas y que en caso de ser ingerida por animales puede provocar la pérdida permanente de la memoria a corto plazo.
Y aunque no descarta la intoxicación por ácido domoico, el portavoz declaró que lo más probable era que fuera la primera vez que el animal fue abandonado por un tiempo prolongado por su madre, por lo que Gobble salió a explorar, pues cada vez los miembros de su especie son más independientes.
Hasta el momento, ni SeaWorld Rescue, ni el Departamento de policía que tuvo el primer contacto con Gobble, han informado sobre el estado actual del león marino, pero se espera que el animal sea reubicado una vez su condición mejore.
SeaWorld Rescue y su trabajo de rescate
SeaWorld Rescue, la división de rescate que acogió a Gobble, nació hace poco más de 50 años, según información disponible en su sitio web oficial, el equipo ha ayudado a más de 40.000 animales enfermos, heridos y huérfanos que necesitan de una segunda oportunidad.
Uno de los casos más famosos de liberación por parte de SeaWorld Rescue ocurrió en 2017, cuando Gale, una ballena piloto que fue encontrada varada en una playa de Dixie County, en Florida, Estados Unidos, fue devuelta al mar.
El organismo de rescate unió esfuerzos con la Universidad de Florida y con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica para ayudar a la ballena a recuperar fuerzas a través de una dieta oficial y un tratamiento con antibióticos.
Tras su recuperación, SeaWorld Rescue liberó a Gale en las aguas de la costa oeste de Florida y la marcaron con un dispositivo electrónico de rastreo, con el que el programa de investigación de delfines de Sarasota de la Sociedad Zoológica de Chicago podría seguir sus movimientos y patrones de buceo durante meses.