Alva es una perra mestiza que creyó haber encontrado una familia para toda la vida, sin embargo, la devolvieron al refugio donde fue adoptada después de que sus anteriores dueños no quisieron hacerse cargo de sus tratamientos, pues es una canina que tiene el síndrome de Wobbler, una afección neurológica que afecta la columna.
El animal estaba desconcertado y no sabía qué estaba pasando cuando fue dejado en el albergue de Austin Pets Alive en Texas, Estados Unidos. La canina logró reponerse del abandono y recibió una sonrisa del destino después de que conoció a Joe Rotunda, el hombre que decidió adoptarla.
La perra mostró un comportamiento agresivo, no quería convivir con las personas, los rescatistas estaban preocupados de que la canina tuviera problemas para encontrar un nuevo hogar definitivo, sin embargo, esta situación quedó en el pasado y después de varios meses encontró un hogar definitivo.
Volver a confiar
Rotunda se enamoró de Alva desde el momento en que vio una foto de ella en Instagram y después de leer la historia de la canina en la descripción de la imagen preguntó a la administración de Austin Pets Alive sobre la disponibilidad de adopción.
Los rescatistas le explicaron que la personalidad de la canina era difícil de tratar y que tenía mucho miedo de convivir con las personas, Joe Rotunda no le dio importancia a esta situación y dijo que haría todo lo necesario para ganarse la confianza de Alva.
“Simplemente la miré y le dije: apuesto a que todos se han rendido contigo. No voy hacerte eso’”, comentó el hombre a la gaceta digital del albergue. Rotunda visitó todos los días durante dos meses a la canina para ganarse su confianza, convivió con ella, le dio de comer, la bañó y la procuró en todo momento.
El dueño de Alva trabajó con el personal de capacitación para que la canina pudiera superar su miedo y en poco tiempo logró ganar su confianza. La administración del refugio, al ver la buena interacción que sostenían, dio el visto bueno para que se la llevaran a su nuevo hogar.
Joe Rotunda realizó varios cambios en su casa y adaptó las habitaciones para que la perra pudiera realizar sus ejercicios de rehabilitación, pues debido al síndrome de Wobbler la movilidad del animal es muy limitada.
“La gente me dice que debe ser un trabajo duro, pero yo sigo diciéndoles que ella me ha dado mucho más de lo que yo le he dado a ella”, comentó el dueño de Alva en entrevista para la revista The Dodo.
¿Qué es el Síndrome de Wobbler?
De acuerdo con información de la Clínica Veterinaria Auna Especialidades Veterinarias de Valencia, España, el Síndrome de Wobbler es una enfermedad que puede causar signos neurológicos graves en los perros.
Este padecimiento recibe su nombre por el modo característico con el que los animales se desplazan, pues tienen una marcha tambaleante, ataxia y paresia. Por este motivo Alva necesita de una silla de ruedas especial para mover por su nueva casa y pasa la mayor parte del tiempo en su cama.