La popularidad de los perros y gatos en Japón ha crecido en los últimos años hasta el grado que comenzaron a ser integrados en una tradicional ceremonia que antes sólo se realizaba para los niños. Cientos de personas viajaron con sus mascotas al Santuario Zama al suroeste de Tokio para pedir por la salud y vida de sus compañeros peludos.
Los animales de compañía portan los kimonos (vestido tradicional japonés) y acompañan a sus dueños al santuario que data del siglo VI. Los cuidadores del lugar sagrado crearon un espacio de oración dedicado a esta especie, donde los dueños de mascotas se arrodillan para pedir por la salud y la felicidad de sus canes y felinos.
De acuerdo con información de la agencia Reuters, esta ceremonia tradicional para niños comenzó a ganar popularidad entre los dueños de mascotas en Japón, después de que los índices de adopción de especies de compañía comenzaron a crecer, mientras que las tasas de natalidad disminuyen.
El significado del ritual
Los rituales Sichi-Go-San (Siete-Cinco-Tres) se celebran tradicionalmente a mediados de noviembre para que los niños que alcanzan esas edades sean bendecidos. Los padres llevan a sus hijos vestidos con kimonos y los llevan al lugar sintoísta para orar por ellos.
Yoshinori Hiraga, sacerdote del Santuario Zama, comentó en entrevista para la agencia de noticias que cada año las personas “derraman” su amor por los perros y gatos, es por este motivo que decidieron abrir un espacio dedicado a los animales.
“Queremos ofrecer a los dueños de mascotas un lugar en el Santuario Zama para que puedan agradecer a los dioses cuando sus perros y gatos cumplan tres, cinco y siete años”, comentó el sacerdote. Hiraga estimó que este año alrededor de 120 mascotas visitaron el santuario en esta temporada y prevé que en los próximos años el número aumente.
En el lugar sagrado se vieron a varios perros, gatos y niños con kimonos en diferentes espacios del templo, mientras que sus dueños realizaban una oración especial. Natsuki Aoki, uno de los visitantes, llevó a sus dos chihuahuas desde Hiroshima hasta al suroeste de Tokio y agradeció que hayan aceptado a sus compañeros peludos.
“No hay muchos santuarios que reciban a las mascotas y les permiten entrar, así que creo que sería genial ver más lugares como este”, comentó el dueño de los caninos.
Una celebración para toda la familia
De acuerdo con información del portal Nippon, el shichi-go-san es una celebración que integra a toda la familia, los padres visten a sus hijos con sus mejores galas y les compran un dulce de nombre chitose-ame (un caramelo cuyo nombre significa “caramelo de los mil años”).
El bocadillo es una barra de caramelo de color rosa y blanco que simboliza el crecimiento de los niños, la longitud del dulce representa la idea de longevidad. El chitose-ame tiene una envoltura que está decorada con imágenes que dan buena suerte.
Hace varios años las visitas a los templos se realizaban específicamente el 15 de noviembre, sin embargo, con el paso del tiempo las familias comenzaron a visitar los santuarios los fines de semana y días festivos.