El papel de las fundaciones protectoras de animales es indispensable para garantizar el rescate y la rehabilitación de las mascotas que son arrebatadas de las crueles garras del maltrato y la explotación animal, el caso de Pilar es un claro ejemplo.
Pilar es una perra mestiza blanca que, junto a otros 11 perros, fue encontrada en agosto de 2022 por la Animal Kingdom Foundation (AKF) dentro de 10 bolsas de arroz. Los canes tenían el hocico amarrado con alambres para evitar que emitieran sonido alguno y tenían como destino un matadero, donde su suerte final era ser torturados y asesinados para ser vendidos en el mercado de carne.
Decenas de miles de perros al año son transportados en condiciones deplorables para luego ser asesinados por esta industria, según la Network for Animals (NFA), organización sin fines de lucro que se encarga de concientizar a la población sobre el maltrato animal.
El final del infierno
Los canes rescatados fueron llevados a la sede del AKF, donde pudieron ver el amanecer de un nuevo día. Su rehabilitación no fue sencilla, cada perro tuvo que ser sometido a un chequeo minucioso, lo que hizo que nuevamente tuvieran miedo.
A pesar de estar asustados, se mostraron cooperativos con los voluntarios del refugio, sabían que las cosas estaban mejorando. “Los perros tal vez se dieron cuenta de que sus vidas estaban a punto de cambiar”, declaró Isay Halaba, oficial de campañas de la AKF, para el medio The Dodo.
Tras la inspección, los cachorros resultaron tener una buena condición física y pronto se incorporaron a la vida cotidiana dentro de la AKF. Todos los perros mostraban una mejoría notable, pero una integrante de la manada destacaba entre todos: Pilar.
La feliz perrita rápidamente se consolidó como la cabeza del grupo, su radiante personalidad encantó a todos los miembros de la asociación. “Le daba la bienvenida a todos, invitados y celebridades. ¡Pilar era una estrella!”, dijo Halaba.
Un caso único de éxito
A los miembros de la AKF les encantaba tener a Pilar cerca, sin embargo, sabían que la vida de la perra podría mejorar aún más, por eso la colocaron en la lista de perros disponibles para adopción, con la esperanza de encontrarle un hogar lleno de amor que estuviera dispuesto a otorgarle todo el afecto que se merecía.
Gracias a las acciones de la fundación, Pilar hoy vive una realidad completamente diferente a la que estaba destinada, pasó de estar recluida en un saco de arroz con rumbo al matadero, a ser parte fundamental de un amoroso hogar.
La historia de Pilar sirve como testimonio viviente de que fundaciones como la AKF pueden cambiar la vida de los perros y mascotas con el peor de los destinos.