El gato que se convirtió en perro: la divertida vida de Marlin

Marlin es un gato anaranjado con el pecho blanco que llegó a la vida de su dueña Caroline Hopkins cuando tenía cinco meses de edad. La mujer integró al felino a su familia y pasó algo inesperado: comenzó a tener comportamientos de perro.

El félido al convivir tanto tiempo con sus hermanos perros comenzó a tener una personalidad similar a la de ellos, corría por la casa lleno de energía, a pesar de la diferencia de tamaño con los caninos comenzó a jugar con ellos y aprendió a nadar con tal de seguir a los caninos a cualquier lugar.

Los perros Buxton, Hattie, Shady y Buoy integraron al gato a su manada como uno más y sus aventuras son compartidas en fotos y videos en la cuenta de Instagram de su propietaria. En uno de los clips que compartió Caroline Hopkins se puede ver a Marlin asomándose a la ventana y maullando a los carros que ve pasar.

De acuerdo con información del portal de noticias especializada en mascotas, I Heart Dogs, el gato vive con su familia en Carolina del Norte en Estados Unidos. La mujer y su pareja Mack incluyeron al gato en todas sus actividades familiares y en lugar de ser un animal que se la pasa todo el tiempo en su casa, sale a caminar con sus hermanos por la playera.

“Él siempre está cazando desde el otro lado de la habitación a sus hermanos, juegan al escondite, los persigue todo el tiempo y básicamente se divierte demasiado. Es bastante entretenido y es imposible que te aburras con él”, comentó la dueña del felino en entrevista para dicho medio.

Marlin no puede negar a su especie y aunque se comporte como un perro más, destaca por su especialidad para cazar. En cada ocasión que va al mar con su familia se lanza del bote para agarrar un pescado con sus afilados dientes.

Caroline compartió en uno de sus post que la primera vez que su gato se convirtió en pescador logró sacar un tamboril y una trucha. Los dueños ahorraron por unas semanas para conseguir un bote del tamaño del gato y cada vez que salen a la playa se puede ver a Marlin saltando y regresando a su pequeña lancha.

Cada vez que la familia sale a pasear por la playa, los dueños de Marlin llevan consigo el bote para que el gato pueda disfrutar de su vida en altamar. La dueña explicó que la primera ocasión que el gato vio su vehículo marino no podía esperar a subirse.

“Está listo para pescar en Outer Banks y pasar el verano pescando todos los peces que se encuentre en los estrechos, canales, arroyos e incluso en el Océano Atlántico”, comentó la propietaria de Marlin.

Los cuatro perros acompañan en todas sus aventuras al gato y le siguen el juego como el capitán de barco que es, así como él adoptó los comportamientos caninos.