Frank the Tank, la tortuga más grande de la Columbia Británica, Canadá, está buscando un nuevo hogar después de que fue rescatada por trabajadores de una construcción que la vieron caminar lentamente en unas tierras de cultivo.
Las primeras personas que vieron al reptil en el lugar explicaron que al principio creyeron que se trataba de una roca gigante y se asustaron demasiado cuando vieron que “la piedra” se comenzó a mover y comió unas cuantas plantas de la zona.
De acuerdo con información del medio Global News, los empleados de la construcción llamaron a la Sociedad para la Prevención de la Crueldad Animal (SPCA) de Maple Ridge para que los rescatistas se llevaran al galápago. Los trabajadores limpiaron la zona para evitar que Frank se comiera un objeto y la colocaron de forma temporal en una piscina de plástico para niños.
Encontrar un hogar
Shelley Smith, una de las personas que vio a la tortuga, comentó para la agencia de noticias The Canadian Press que lo primero que hicieron al encontrar al reptil fue acariciarlo y destacó que fue una experiencia increíble, pues nunca antes había visto a un galápago de ese tamaño.
Cuando la administración de la SPCA les preguntó sobre el animal, los trabajadores comentaron que era de tamaño mediano y posteriormente corrigieron su descripción. “Es gigante, es como un plato grande en el que vas a poner un pavo que has cocinado para 24 personas”, comentó Smith.
A las pocas horas de que se generó el reporte, los colaboradores de la organización a favor de los animales recogieron a Frank, lo llevaron al hospital veterinario para que le hicieran un control de salud y posteriormente al Centro Comunitario de Animales de Maple Ridge donde va a residir mientras le encuentran un nuevo hogar.
Adrian Walton, veterinario que revisó a la tortuga, explicó que el espécimen tiene un problema en las vías respiratorias por estar tanto tiempo en el frío y que es de una especie que se encuentra en peligro de extinción.
Frank es una tortuga sulcata, estos animales residieron en un principio en el continente africano y fueron víctimas del comercio ilegal de especies por su caparazón llamativo. Walton explicó para la agencia de noticias canadiense que estas tortugas pueden vivir entre 100 y 50 años, y llegan a pesar hasta 90 kilogramos.
Las necesidades Frank
Kahlee Demers, gerente del centro comunitario donde reside temporalmente la tortuga, describió al animal como estoico, dócil y grande. El motivo del nombre del reptil es por su tamaño y porque todavía va a crecer más. Ninguna persona ha reclamado hasta el momento a la tortuga, sin embargo, varios futuros dueños ya han preguntado si está disponible para su adopción.
De acuerdo con información del periódico local Vancouver Sun, el animal necesita de un espacio grande donde pueda realizar sus necesidades y cavar grandes hoyos. Es recomendable que el lugar esté cercado con un material bastante duro, pues esta especie se caracteriza por su fuerza al morder.
La próxima casa de Frank the Tank debe de tener un “refugio interior” donde pueda residir durante las temporadas de frío y evitar que contraiga una infección respiratoria.