El caimán que quería ver béisbol: Wally, el reptil que no pudo entrar al estadio

La presencia del animal causó controversia entre los elementos de seguridad del recinto y los fanáticos que asistieron a la última serie de la temporada regular

El caimán en los brazos de uno de los asistentes al partido entre los Phillies y Pirates en la última serie de la temporada regular de la Major League Baseball (Twitter @philly_captain)

Wally, un caimán de “apoyo emocional”, no pudo entrar al estadio de los Phillies de Filadelfia después que el personal de seguridad le negó el acceso a él y a su dueño al segundo juego de la última serie de la temporada regular.

Joseph Henney, el propietario del reptil, llevó a su mascota con una pechera y una correa, no obstante, ante el peligro que representaba para los asistentes, el equipo de seguridad le dijo que no podía pasar. El hombre originario de Jonestown, Pensilvania, permitió que las personas que querían interactuar con su mascota se acercaran a ella para cargarla y acariciarla.

El dueño del caimán explicó que decidió llevar a su mascota de apoyo emocional al partido de los Phillies, después de ver que la administración del equipo aceptaba el ingreso de animales de compañía al estadio en las noches de “Bark at the Park” (evento donde los asistentes pueden llevar a sus perros al partido), sin embargo, no esperó que había una serie de requisitos por cumplir.

Por qué no pudo entrar Wally

Wally esperando afuera del estadio, mientras que su dueño veía la posibilidad de meterlo al recinto (Twitter @howardeskin)

De acuerdo con información de USA Today la política del estadio Citizens Bank Park sobre los animales de apoyo establece que solo se permite el acceso a los perros de servicio que cuenten con certificación o entrenamiento para ayudar a las personas y que las demás especies están prohibidas.

El caimán es bastante famoso dentro de la comunidad de Jonestown, pues realmente sirve como un “animal de apoyo”. Joseph Henney comparte las actividades que realiza con el reptil en su cuentas de Instagram y TikTok, en las fotos y videos publicadas se puede ver cómo decenas de personas se acercan a Wally para cargarlo o realizarle algunas caricias.

Joseph contó en entrevista para el periódico York Daily Record que su compañero de vida es muy cariñoso y que jamás le haría daño a alguien, pues es un reptil muy apacible, le gusta acompañar a las personas para ayudarlas y no ve a los hombres o mujeres como un alimento potencial. “Es como un perro. Él solo quiere ser amado y mimado”, comentó el dueño de Wally.

El hombre se consideró a sí mismo como un amante de los animales peligrosos, pues se ha hecho cargo de serpientes venenosas, toros y caimanes.

Cómo llegó el caimán a su vida

Wally con un disfraz de Loki (Instagram wallygatornjoie)

Henney adoptó a Wally en el año 2015, un amigo suyo que rescata a estos animales en el estado de Florida lo contacto sobre un grupo de reptiles que estaban en peligro porque fueron desplazados de su hábitat por un desarrollo de la tierra y desde entonces decidió sumarlo como parte de su familia.

Desde entonces el caimán fue domesticado como un gato o un perro. El hombre explicó que en las primeras semanas cuando llegó a su casa, el reptil mostró un comportamiento rebelde y tenía que alimentarlo con pinzas, de lo contrario podría arrancarle un dedo o el brazo cuando le daba de comer.

Joseph Henney compartió a York Daily Record que cuando era un bebé, seguía a todas las personas de la casa como si fuera un perro y tenía algunos instintos territoriales. “Limpio uno de los armarios de la cocina y lo estableció como su hogar. Él todavía piensa que ese armario le pertenece”, relató.

Wally ha asistido a diferentes partidos en las ligas menores y ha compartido espacio con fanáticos al béisbol, no obstante, esta fue la primera vez que le negaron el acceso a un estadio.

El caimán disfrutando de su día de alberca con unos lentes de sol (Instagram wallygatornjoie)