El golden retriever Max III festejó su primer año como alcalde de la ciudad montañosa no incorporada de Idyllwild, al sur de California. El canino de brillante pelaje dorado y gran carisma es el tercero de su “linaje” que obtiene este puesto público y su dueña ha considerado que lo ha hecho bastante bien.
Alrededor de 1.000 personas asistieron a la fiesta de aniversario como alcalde y el perro se sintió muy querido y apreciado por sus gobernados. El can ha realizado múltiples apariciones públicas en diferentes lugares como: hospitales, escuelas y residencias de ancianos.
Max III tiene una política sencilla: no generar divisiones sociales y buscar el bienestar de las personas de la ciudad californiana. Phyllis Mueller, su propietaria, explicó en entrevista para el periódico británico The Guardian que los espíritus de los alcaldes anteriores lo han ayudado durante este proceso.
Una huella en el gobierno
La dueña del golden retriever se toma muy en serio el papel de gobernador de su mascota y cree que su perro realmente puede hacer la diferencia. “Tratamos de emanar una energía amorosa hacia todos porque la energía positiva conduce a la vida, mientras que la energía negativa conduce a lo contrario”, comentó al medio británcio.
Mueller y su esposo, Glen Warren, son personajes muy activos dentro de su comunidad. La mujer compartió que han donado en varias ocasiones millones de dólares a causas benéficas y en un principio creía que su única aportación al mundo era por medio del dinero, sin embargo, cuando llegó su primer golden retriever a su vida se percató que podrían hacer aún más.
Una familia de gobernadores
Phyllis Mueller relató que cuando consiguió a Max I al poco tiempo se dio cuenta que su mascota era bastante especial, pues nunca reaccionó de forma negativa; ni cuando su sobrina le apretó bruscamente los testículos.
En 2011 se mudó con su esposo y su mascota a Idyllwild, en ese momento el refugio local de animales llevó a cabo una campaña para elegir a su primer alcalde y ningún humano podía postularse, pero los ciudadanos sí podrían lanzar a su mascota como candidata.
Max I con una campaña dirigida por su propietaria logró ganar las elecciones y desde 2012 hasta la fecha han pasado tres caninos del “mismo linaje” por dicho puesto público. Cuando Max II estaba a punto de terminar su mandato, la pareja estadounidense recorrió todo el país en búsqueda de camadas de golden retriever que compartieran las características y el temperamento de sus mascotas y así fue como dieron con el último alcalde.
Siempre hay cosas buenas en el mundo
Phillys Mueller comentó en entrevista para el portal Daily Paws que el único objetivo que tienen es hacer cosas amables y amorosas por la gente. “Ellos no saben lo que significa ser republicano o demócrata, pero sí saben cómo amarte incondicionalmente”, comentó.
La dueña de los golden retriever explicó que a sus compañeros peludos les encantan las fotografías y pasar el tiempo con las personas, ya que una de sus actividades favoritas es recibir caricias en su cabeza o por todo su cuerpo.
La pareja estadounidense actualmente reside en una casa en la cima de la montaña de Idyllwild, donde Max III tiene un espacio dedicado para él. En dicho cuarto tiene un armario lleno de corbatas que utiliza en sus giras y durante su primer año de mandato se ha comido tres.