Sherman y Wicket: una lección de adaptación, paciencia y amor entre perros

Sherman es un perro bóxer que perdió la vista, sin embargo, esta condición no evitó que Sarah Elliot lo adaptara como un integrante de su familia. La mujer que vive en Calgary, Canadá, sólo tenía una preocupación cuando llegó a su casa con la nueva mascota, ya que temía que su perra Wicket tuviera problemas con el cachorro, pero se llevó una gran sorpresa.

La canina lo recibió con todo el amor del mundo y le acercó uno de sus muñecos para que jugaran juntos, fue en ese momento que el animal se dio cuenta que su nuevo hermano era ciego, a lo que optó por tener un comportamiento diferente.

Elliot comentó en entrevista para la revista People que Wicket se volvió paciente, pues en lugar de salir corriendo con su juguete, se dio el tiempo de convencer a Sherman de que agarrara su muñeco y que jugarán juntos. Todo esto quedó grabado gracias a una cámara de seguridad de su casa y compartió el clip en su cuenta de TikTok.

Sherman es un cachorro de nueve meses, cuando llegó a casa de su nueva dueña pasó por un gran reto, puesto que no podía caminar con libertad, chocaba contra las paredes y los muebles. Wicket en un intento de ayudar a su nuevo hermano decidió que en lugar de convivir en espacios con muchos objetos alrededor, lo ideal era jugar arriba del sillón donde los dos estarían cómodos.

Elliot quedó impresionada con la paciencia que tenía su perra para tratar al nuevo integrante de la familia, pues hubo un momento en el que el cachorro se alteró por no poder ver qué pasaba a su alrededor y Wicket esperó a que se recuperara.

“Es como si ella lo hubiera ayudado. Cambiaron su juego para adaptarse a su discapacidad, lo cual fue genial”, comentó la dueña de los bóxers. Después de publicar el video en TikTok, cientos de usuarios de dicha red social destacaron la amabilidad de su mascota y aseguraron que sus dos perros encajaron a la perfección.

Elliot describió a Wicket como una canina muy activa, que le gusta llamar la atención de las personas, incluso parece que ella es la cachorra, pues cuando Sherman quiere tomar un descanso después de jugar, la perra toma una actitud de “párate, hay que seguir jugando”.

Wicket no solo es una canina que quiere jugar todo el tiempo, sino que ha tomado el papel de “madre protectora”, procura todo el tiempo que su pequeño hermano esté bien y lo ha ayudado en todo este proceso de adaptación.

La dueña de los caninos explicó que decidió sumar a un nuevo integrante a la familia después de que a principios de este año murió su mascota Luna a los nueve años después de que le diagnosticaron cáncer.

Wicket era muy unida a la otra canina y desarrolló problemas de ansiedad e inseguridad cuando murió su compañera. “Una vez que tuvimos a Sherman, realmente pude ver que ella se calmó. Tiene más confianza. Simplemente está más cómoda, tranquila y relajada”, comentó Elliot.

Los dos perros bóxers son muy unidos, en los últimos días han realizado una rutina juntos en donde se les ve cómodos; duermen, juegan y comen juntos como una relación demasiado especial y única.