Misa es una perra mestiza de pelaje color oscuro que fue rescatada y adoptada por Bjorn Schembri, un buzo que vive muy cerca de la playa en Malta. Como apasionado al mar tenía grandes planes de aventuras que podría vivir con su nueva mascota, sin embargo, no contó que la canina tenía miedo al agua.
La perra cruza de labrador pasó por un duro proceso cuando la llevaron por primera vez al mar, pues quería evitar a toda costa que su dueño se metiera al agua. En cuanto vio que Bjorn iba camino a adentrarse entre las olas el animal corrió hacia él y le rascó en varias ocasiones el cuerpo para evitar que nadara.
“Yo mismo la llevé al mar por primera vez. Me rascó todo el cuerpo porque no quería tocar el agua del mar. Tenía mucho miedo”, comentó Schembri en entrevista para el portal Caters sobre cómo vivió la primera experiencia en el mar con Misa.
Perder el miedo
Bjorn explicó que no escogió a su nueva mascota, sino que ella lo eligió desde el primer momento que se vieron, pues no se separó en ningún momento de él y decidió adoptarla. Después de que se enteró que Misa tenía miedo al mar optó por ayudarla para superar sus temores y actualmente es toda una canina experta en buceo.
“Pensé: ‘necesito hacer algo al respecto. Porque si va a ser mi perra tiene que gustarle el mar’”, afirmó el buzo. Los primeros pasos para ayudar a su mascota a superar el miedo al mar fue realizar unos cuantos paseos alrededor del agua para que se acostumbrara al sonido.
Con el paso del tiempo se acostumbró a escuchar el chocar de las olas cuando llegaban a la costa y posteriormente comenzó a mojarse su patas poco a poco hasta que se convirtió en toda una buceadora capaz de nadar en la profundidad del agua con tal de sacar unas cuantas rocas.
“Un día se le cayó una piedra en un pequeño charco y para seguir jugando conmigo se zambulló y la recogió”, comentó sobre cómo fue la primera experiencia de Misa dentro de un estanque que tenía 20 centímetros de profundidad. “A partir de ese momento la fui probando y tiraba piedras en zonas más profundas”, agregó sobre cómo la perra terminó convirtiéndose en una gran buza.
Saltar hacia el mar
Misa ha comenzado a amar el mar y ahora no necesita de un impulso o motivación para sumergirse, el miedo está completamente superado. Schembri consideró que su mascota ha batido en varias ocasiones el récord Guinness de buceo más profundo realizado por un perro.
“Sería fantástico para ella que algún día la reconocieran porque se sumerge muy profundo”, dijo orgulloso el dueño sobre lo grandiosa que es su perra. “A ella le gusta hacerlo y nadie la obliga. Cuando vamos a la playa, muchas personas se congregan solo para verla bucear”, agregó.
De acuerdo con el dueño de Misa, la canina ha logrado bucear hasta a 4.5 metros de profundidad, un poco más de medio metro de la marca de Shadow, el perro que buceo cuatro metros debajo del mar en las Islas Caimán el 22 de enero de 2002.
Schembri creó cuentas de redes sociales para compartir videos de su mascota sumergiéndose en el mar, varios usuarios de Instagram y TikTok han condenado estas acciones al considerar que pone en riesgo la integridad de su mascota, sin embargo, él ha asegurado que todo está bajo control.