La emotiva historia de Félix, el gato adoptado por el museo de trenes en Ohio que se convirtió en su estrella

El felino pasa sus días conviviendo con las personas que visitan el lugar, se pasea por las oficinas y se acuesta en las locomotoras

El gato atigrado Felix posando frente a una de las locomotoras del museo en Ohio (Instagram aosfelix)

Félix es un gato atigrado que pasa sus días paseándose entre grandes locomotoras de vapor en un museo de trenes en Ohio, Estados Unidos. El felino logró ganarse el corazón de los visitantes por su amabilidad, pues cada vez que se encuentra a una persona en el recinto lo recibe con un saludo y, en ocasiones, los acompaña por los recorridos.

El Museo The Age of Steam Roundhouse (AoS) se ubica en Sugarcreek, una villa del condado de Tuscarawas, y se estableció en el 2012 gracias al amor y empeño de Jerry Jacobson, ex director ejecutivo del Sistema Ferroviario Central de Ohio. Tres años después abrió sus puertas a Félix.

El gato ganó gran popularidad entre los trabajadores y visitantes, es bastante común verlo acostado en los vagones o intentando “conducir” un tren desde la locomotora. Fue tanta la fama que consiguió que la administración del museo decidió abrirle diferentes cuentas en redes sociales para informar cualquier novedad en la vida del animal.

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La llegada de Felix

El felino llegó desde que era una cría al museo y desde ese momento se convirtió en su hogar (Instagram aosfelix)

De acuerdo con información de la revista digital The Dog People, el gato atigrado llegó al museo en 2015 cuando era apenas una cría de felino y desde ese momento los trabajadores del lugar decidieron adoptarlo.

Timothy Sposato, director de mecánica de AoS, comentó en entrevista para dicho medio que Félix es un gran cazador de ratones y amigable. “Él sigue a los grupos de personas, salta de un motor a otro y todos le toman fotos. Luego se va a dormir a la oficina de alguien en algún lugar”, comentó sobre las actividades que normalmente realiza la mascota del museo.

Cuando ve a un grupo de personas sentadas en uno de los bancos del depósito, el gato llega a hacer compañía, primero inicia con una pequeña caminata alrededor de ellos y luego finalmente se recuesta en sus piernas, le gusta mucho recargar su cabeza sobre el regazo de las personas

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La coordinadora de comunicaciones del museo, Sara Kammeraad, explicó que, una vez que se van los visitantes del lugar, Félix busca la compañía de alguno de los trabajadores y que uno de los lugares favoritos del animal es una vieja grúa que forma parte de la exposición.

Félix pasando el tiempo con su "novia" en el museo de trenes (Instagram aosfelix)

En ocasiones los trabajadores del lugar han visto al felino con su novia: una gata atigrada que vive en la calle, sólo le gusta pasar tiempo con Félix y dormir con él en una de las locomotoras.

El consentido del lugar

El felino “supervisa” todo lo que pasa dentro del museo, algunos empleados consideran que es el verdadero “jefe”. A pesar de esta situación sus “compañeros” de trabajo están al pendiente de todas las actividades que realiza.

“Realmente no lo alejamos de ningún lugar a menos que tengamos algo fuera de lo común o peligroso, entonces tal vez lo encerramos en un área o lo pondremos en una oficina por el día para no exponerlo”, comentó Sposato sobre las atenciones que recibe el animal.

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A Félix le gustan los trenes, pero cuando el personal los enciende se aleja del lugar y se va hacia la zona de oficinas para que algún trabajador le dé cariño, pues no le gusta el ruido y el humo que generan.

El gato atigrado gusta pasar todo el tiempo entre las locomotoras y los trenes, así como recibir a las visitantes del lugar (Instagram aosfelix)

Casi todos los días Félix tiende a ensuciarse por pasar el tiempo alrededor de las locomotoras, sin embargo, le cuesta mucho trabajo limpiarse, pues hace unos meses le extrajeron los dientes porque padece de estomatitis, una condición crónica que provoca la inflamación de la mucosa bucal.

A pesar de esta situación el gato es el más consentido del lugar. El museo recibe miles de visitantes cada año y se volvieron más famosos gracias a Félix. Al finalizar el recorrido de 90 minutos, los visitantes pueden comprar una lujosa réplica del felino para tenerla como recuerdo.