Descubrieron el secreto detrás del gran sentido del olfato de los gatos

En la creencia popular, el buen sentido del olfato está estrechamente relacionado con el grupo de los cánidos (perros, lobos, chacales), no obstante, en los últimos años, diversos científicos encontraron que la estructura nasal de los gatos les permite tener un sistema único.

El equipo de investigadores liderado por Kai Zhao de la Universidad de Ohio State encontró el increíble secreto detrás de las narices de los gatos que les permite tener un nítido sentido del olfato y que incluso podría ser mejor que una máquina de alta tecnología utilizada para los análisis químicos.

La nariz de los felinos domésticos es un complejo laberinto de estructuras óseas que le permiten olfatear su comida, amigos y personas hostiles que puedan irrumpir su tranquilidad. Los investigadores se percataron de que los felinos son capaces de dividir el aire que inhalan en dos corrientes: una pasa por un proceso de limpieza y la otra se humedece.

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El estudio “La nariz del gato doméstico funciona como un cromatógrafo de gases paralelo en espiral altamente eficiente”, fue publicado el 29 de junio en la revista científica PLoS Computational Biology. Kai Zhao y su equipo de investigación revelaron nuevos hallazgos sobre la estructura del sistema respiratorio de los gatos.

Los académicos explicaron que el olfato del animal funciona como un cromatógrafo de gases —una herramienta de laboratorio que es capaz de detectar y separar sustancias químicas en forma vaporizada— y tiene doble propósito.

Una de las teorías apuntó a que la evolución de los felinos domésticos provocó que tuvieran una cabeza más pequeña y, por ende, su estructura de vías respiratorias tuvo que adaptarse a su tamaño, lo que permitió que los felinos se puedan adaptar a una variedad de ambientes.

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“Es un buen diseño si lo piensas bien”, comentó Zhao en entrevista para el portal sobre ciencia Earth. El científico detalló que este sistema de olfato le permite a los gatos encontrar alimento, identificar amenazas que hay a su alrededor y saber cuando hay cambios ambientales.

Kai Zhao comparó el sistema olfativo de los gatos con el de los perros y cree que probablemente hubo varias formas para que cada una de las especies evolucionara a su modo y así mejorar su sistemas olfativos.

“La nariz del gato probablemente tiene un nivel de complejidad similar al del perro, y es más compleja que la de un roedor, y plantea la pregunta ¿por qué la nariz evolucionó para ser tan compleja?”, cuestionó el investigador.

Para dar con estos resultados, los investigadores diseñaron un modelo informático en 3D de las narices de los gatos, las simulaciones ayudaron a encontrar que los gatos son capaces de crear dos corrientes de aire mientras inhalan los aromas. Los pulmones reciben una corriente y la esparce por encima del paladar; mientras que la otra transporta los olores en la parte posterior de la cavidad nasal.

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“Es como si oliera, el aire se dispara hacia atrás y luego se procesa durante mucho más tiempo”, detalló Zhao sobre el proceso que se realiza en el sistema respiratorio de los gatos.

El equipo de investigación estimó que la nariz de los gatos es 100 veces más eficiente para detectar olores que una nariz recta similar a la de un anfibio. Zhao consideró que se ha investigado demasiado sobre la vista o la audición de los animales, mientras que el olfato se ha dejado de lado, no obstante, espera que con el trabajo que realizaron funcione como punta de lanza para que se investigue más sobre el tema.