Una de las enseñanzas más importantes que debe de recibir un perro cuando llega a una nueva casa es el entrenamiento para ir al baño, pues en ocasiones realizan sus necesidades en lugares menos esperados como en los muebles, paredes o incluso en las camas de la casa.
Según la American Kennel Club (AKC), organización especializada en perros con pedigrí, a los caninos no les gusta orinar o defecar en los lugares donde comen o duermen, sin embargo, al momento al que llegan a un nuevo hogar no saben donde tienen que hacer sus necesidades. Por estos motivos la organización estadounidense dio estos cinco consejos para entrar al animal.
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Recompensas después de orinar
La AKC recomendó que en cada ocasión que el cachorro haga pipí o caca en el lugar correcto hay que recompensarlo con su golosina favorita, para que pueda asociar por medio del refuerzo positivo el espacio correcto donde hacer sus necesidades.
“Debido a que los perros repiten acciones que les otorgan recompensas, reforzar positivamente el buen comportamiento para ir al baño contribuirá en gran medida a enseñarles a usar el lugar correcto”, detalló la organización.
Sacarlo a pasear constantemente
Cuando los perros son cachorros no pueden contener la orina y sus heces durante todo el día, por esta situación lo más recomendable es que lo saques a pasear cada hora hasta que tenga la edad suficiente para identificar sus tiempos para hacer sus necesidades.
La AKC recomendó que cada cierto lapso de tiempo los perros salgan al patio o sean acercados a la parte de la casa debe de hacer sus necesidades. Para estimar cuánto tiempo puede aguantar un cachorro la orina en su vejiga, las horas son igual a su edad en meses más uno, es decir, que si tu cachorro tiene cinco meses, son un máximo de seis horas lo que puede retener sus desechos.
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Usar la correa durante los paseos
Tener a su mascota con correa cuando lo esté entrenando para ir al baño marcará la diferencia al momento de salir a la calle, aunque sea un lugar cercano, pues este artículo permitirá que el animal se concentre en hacer sus necesidades en lugar de estar corriendo de un lado a otro.
“Cuando lo saque, colóquelo con una correa y camine directamente a su lugar de baño, indique que ahí tiene que hacer sus necesidades y espere a que lo haga”, explicó la organización.
Aprender las señales
Las mascotas tienen un amplio sistema de comunicación, por medio de movimientos corporales o ladridos buscarán darse a entender con su dueño, por esta razón la AKC recomendó estar atento a cualquier movimiento que realiza el animal antes de que salga a orinar.
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Los movimientos más regulares que realizan los perros son: caminar en círculos, encorvar la espalda o ponerse en cuclillas.
En cuanto note algunas de estas señales la mejor reacción es ponerle la correa y llegar lo antes posible al lugar apropiado para ir al baño, en este punto la AKC recordó que es importante llevar las golosinas para darle al animal en cuanto termina de hacer del baño.
No regañarlo por accidentes
Habrá ocasiones en el que el cachorro no podrá aguantar tanto tiempo su orina o heces y como resultado hará en un lugar en el que no debe, es un accidente y esto no significa el fin del mundo, apuntó la organización.
“Lo importante es que no regañes, ni castigues a tu cachorro por hacer lo que es natural”, detalló la AKC. Reprimirlos por un accidente solo los asustará y dañará el vínculo que ha comenzado a generar con su dueño.