Regresen a Tito: el perro que fue separado de su dueño en las calles de Santa María la Ribera

El canino era el único acompañante del joven que trabaja como limpiaparabrisas, los “rescatistas” se lo llevaron al considerar que un hombre en situación de calle no puede cuidar a una mascota

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Aldo y Tito acostados en la esquina de Salvador Díaz Mirón y Avenida Insurgentes, justo enfrente de la plaza Forum Buenavista (Captura de Pantalla Facebook UPAL)
Aldo y Tito acostados en la esquina de Salvador Díaz Mirón y Avenida Insurgentes, justo enfrente de la plaza Forum Buenavista (Captura de Pantalla Facebook UPAL)

Entre las decenas de consignas que hubo en la marcha en contra del maltrato animal que se realizó para exigir justicia ante diferentes casos de crueldad y abandono, resaltó un grupo de vecinos de la colonia Santa María la Ribera que a la voz de “que regresen a Tito” pedían enérgicamente el reencuentro de un perro con su dueño.

Aldo y Tito son mejores amigos desde hace más de siete años, desde Sonora emprendieron un viaje al corazón del país con la esperanza de tener una vida diferente y a pesar de lo difícil que fue el camino, se tenían uno al otro.

El tutor del perro hacía todo lo que estaba dentro de sus posibilidades para tener bien a su compañero peludo, desde temprano se levantaba para limpiar los parabrisas de los coches y ganarse el dinero necesario para que él y Tito comieran.

Todo cambió cuando un grupo de personas, entre gritos, amenazas y agresiones, le quitó al animal de sus manos bajo el prejuicio de que un “hombre de la calle” no podía hacerse cargo de todos los cuidados que conlleva tener una mascota.

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El esfuerzo de cuidar a un amigo

Un grupo de vecinos se juntaron para exigir justicia para Tito y Aldo quienes fueron separados con violencia (Armando Montes)
Un grupo de vecinos se juntaron para exigir justicia para Tito y Aldo quienes fueron separados con violencia (Armando Montes)

Alejandra, integrante del grupo vecinal que pide que Tito sea regresado a los brazos de Aldo, relató en entrevista para Infobae que el perro estaba bien cuidado y el joven hacía todo lo posible para tenerlo en buenas condiciones.

Tito lo tenía en perfecto estado, gordito, con vacunas, bien cuidado”, describió. “Unas mujeres se lo llevaron agrediendo con palabras, manoteando, por este prejuicio de que las personas en situación de calle no pueden tener a un animal sano y bien”, aseveró Alejandra.

De acuerdo con el volante que repartieron los vecinos durante la marcha, el perro fue robado en Avenida Insurgentes, esquina con Díaz Mirón, en la colonia Santa María la Ribera, alcaldía Cuauhtémoc. Alejandra especificó que los vecinos se sumaron a la marcha para luchar por los derechos de los animales y de las personas menos favorecidas.

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Aldo trajo a Tito desde Sonora, llevaba siete años con él, eran la compañía uno del otro. Estamos luchando por los derechos de los animales, sino también por las personas que están menos favorecidas y que aún así se esfuerzan por cuidar a un ser vivo con todo su amor”, especificó sobre todo lo que hacía el joven para tener en buen estado a su canino.

Alejandra explicó que esta separación fue muy triste, en especial para el dueño del perro. Ante este suceso se realizó la denuncia para que las autoridades investiguen el caso y se logre el ansiado reencuentro entre Tito y Aldo.

El duelo por la separación

Los vecinos explicaron que el perro estaba en muy buenas condiciones, contaba con todas sus vacunas, estaba bien alimentado y siempre acompañaba a su dueño (Captura de Pantalla Facebook UPAL)
Los vecinos explicaron que el perro estaba en muy buenas condiciones, contaba con todas sus vacunas, estaba bien alimentado y siempre acompañaba a su dueño (Captura de Pantalla Facebook UPAL)

Los vecinos explicaron que Aldo perdió a toda su familia y desde Sonora se trajo a Tito, nunca se separaron, los vecinos de la colonia lo conocían por el perro y destacaron, en más de una ocasión, que el animal estaba en muy buen estado.

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Los habitantes de la zona lo ayudaron en diferentes ocasiones con el perro y durante este proceso lo acompañan a la fiscalía para hacer el seguimiento del caso, para garantizar su seguridad y que Tito regrese a sus manos lo más pronto posible.

“Su nivel de trabajo ha bajado por la tristeza de no tener al perro, entonces estamos al pendiente de que coma, que se encuentre bien, lo acompañamos a la fiscalía”, comentó Alejandra sobre las atenciones que tienen con Aldo, después de que en las últimas semanas ha estado decaído por no tener a su mejor amigo a lado.

Alejandra detalló que las autoridades los han apoyado mucho durante este proceso, sin embargo, reconoce que la investigación es lenta y hay mucha burocracia de por medio pero, tienen la fe de que el can y su dueño se vuelvan a encontrar.

“Nuestro deseo es que las personas que se lo llevaron, comprendan que separaron a dos seres vivos, que se querían y se cuidaban mutuamente”, concluyó.

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