Los animales son capaces de desarrollar mecanismos de protección para evitar las enfermedades, dentro de estos comportamientos están contemplados el miedo y evitar a los depredadores para garantizar su supervivencia, no obstante, un estudio reciente demostró que la repugnancia o el asco también juegan un papel importante en este sentido.
Cécile Sarabian, académica de la Universidad de Hong Kong, encabezó una investigación en la que se identificó que el asco tiene una gran importancia en los sistemas sociales de algunos animales para evitar enfermarse. Este tipo de comportamientos varían entre una especie y otra, y depende de los sistemas sociales sociales, así como de los nichos ecológicos en los que se desarrollan.
El asco se puede generar a través de señales sensoriales que están asociadas con enfermedades del estómago, durante la infección los cuerpos de los animales reaccionan con una serie de respuestas físicas o de comportamiento para evitar parásitos, patógenos y toxinas.
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Cómo ayuda el sentimiento de asco
El estudio “Repugnancia en los animales y la aplicación de la prevención de enfermedades al manejo y conservación de la vida silvestre” fue publicado por la revista Journal of Animal Ecology en su edición de marzo, en este artículo Cécile Sarabian y su equipo de investigación detallaron que en la actualidad se desconoce mucho sobre los mecanismos y resultados de evitar enfermedades en la vida silvestre.
De acuerdo con los investigadores conocer los mecanismos de defensa de diferentes animales ante la diversas enfermedades ayudará a proteger a las personas y las especies silvestres de las infecciones nuevas y emergentes.
“Los comportamientos de evitación relacionados con el disgusto pueden aplicarse a una variedad de problemas que enfrentan diferentes especies y poblaciones”, detallaron en su artículo.
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El equipo de investigación comentó que la pandemia de coronavirus es un gran ejemplo de cómo se realizan las estrategias para proteger a los seres vivos, por medio de la observación de la vida silvestre, puesto que, el aislamiento para frenar la propagación del virus se ha observado en los animales, quienes rompen de esta manera las cadenas de transmisión para proteger a su manada.
“Algunas especies que viven en colonias, como los conejos y los pingüinos, toleran más a las parejas enfermas, ya que una estrategia de inmunidad comunitaria garantiza la supervivencia de la colonia”, comentó el profesor Andrew MacIntosh en una entrevista para la revista Earth la cual fue publicada el pasado 4 de abril.
MacIntosh consideró que es muy importante realizar este tipo de trabajos donde se recopile evidencia científica sobre la prevención de enfermedades en animales y las posibles aplicaciones que pueden tener en la aplicación de estrategias de salud públicas.
La soledad en las especies
Los investigadores detallaron que las especies que viven aisladas de una manada suelen ser menos susceptibles a los patógenos de transmisión directa, no obstante, esto conlleva un gran riesgo para estos animales puesto que al “vivir solas” son más susceptibles a que un depredador los ataque.
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Estudiar las enfermedades de las que son portadoras las especies, ha ayudado históricamente a la creación de medicamentos antivirales que contribuyen a la prevención de enfermedades, sin embargo, no en todas las situaciones se debe de tomar a la ligera este tipo de estudios, por lo que es necesario en una interpretación cuidadosa de los resultados, advirtieron los académicos.
Cécile Sarabian y su equipo de investigación detallaron que con este estudio no se pretende tener nuevas soluciones milagrosas para diferentes problemas que se registran en el medio ambiente, sino que se propone explorar los comportamientos que no han sido considerados para el desarrollo de estrategias de conservación basadas en la evolución.