A lo largo de la historia han sido varios los animales que han realizado acciones heroicas y salvado a los humanos de tener una muerte segura. Para rendirles un homenaje y premiar su valentía, en 1942 se creó la medalla Dickin, y el primer ejemplar en ser reconocida fue la paloma Winkie.
Sumaban ya casi tres años desde que había estallado la Segunda Guerra Mundial y la Royal Air Force (RAF) de la Fuerza Aérea y Espacial del Reino Unido se encontraba en su camino de regreso a Escocia después de una misión en Noruega a bordo del avión bimotor Bristol Beaufort.
El 23 de febrero de 1942 el ejército británico sobrevolaba las heladas aguas del Mar del Norte para ir de regreso a su base cuando la nave, severamente dañada por los ataques previos que habían recibido de los enemigos, terminó estrellándose en el agua gélida.
Aunque la tripulación pudo sobrevivir a la caída, los restos del Bristol Beaufort quedaron en medio del mar, y conforme avanzaba el tiempo las esperanzas de ser rescatados se iban apagando, pues no habían sido capaces de transmitir su posición exacta a través de la radiocomunicación.
La hazaña extraordinaria
Luchando en las aguas heladas, la tripulación logró recordar que en el avión se encontraba una pieza vital del equipo, que además representaba la última oportunidad para salir con vida de aquella tragedia.
El pájaro azul de número NEHU 40 NSL, que apenas era un pichón, fue liberado de su jaula y se le encomendó la misión de volar unas 120 millas de regreso a Broughty Ferry en Escocia para dar aviso de la emergencia.
Contra todo pronóstico, la paloma cubrió la enorme distancia y fue descubierta por su propietario, George Ross, quien la encontró exhausta en el desván. Inmediatamente el hombre dio aviso a la base aérea de la RAF Leuchars en Fife y se lanzó un operativo de búsqueda y rescate.
Como se desconocía la ubicación exacta del avión, los miembros de la RAF se dieron a la tarea de calcular la llegada de la paloma, la dirección del viento y la velocidad de su vuelo. Además, el pichón se había visto en dificultades, pues cuando llegó al palomar también estaba cubierta de petróleo que le causó un deterioro en sus plumas.
El nombre de Winkie se le dio a la paloma después de que, una vez que llegó al palomar para dar aviso de emergencia, desarrolló tics en los ojos como producto del estrés bélico bajo el que estuvo sometida.
Increíblemente, tras 15 minutos de hacer cálculos se pudo tener la posición aproximada de la tripulación y se envió al barco de rescate. Todos los tripulantes que habían sobrevivido pudieron ser rescatados con éxito. Posteriormente se organizó una cena en honor de la heroína.
La primera medalla Dickin
El 2 de diciembre de 1943 la fundadora del Dispensario Popular para Animales Enfermos (PDSA, por sus siglas en inglés) en Reino Unido, María Dickin, fundó la medalla que lleva su apellido para conmemorar a perros, gatos, palomas, caballos y demás héroes de guerra.
El primer animal en ser conmemorado con esta presea, equivalente a la Cruz Victoria, fue la paloma Winkie “por entregar un mensaje en condiciones excepcionalmente difíciles y así contribuir al rescate de una tripulación aérea mientras prestaba servicio en la RAF en febrero de 1942″, se lee en su reconocimiento.
La paloma mensajera recibió la primera medalla PDSA de las manos de la propia María Dickin, en una pequeña ceremonia de honores.
Cuando Winkie murió ―se desconoce la fecha exacta―, su propietario George Ross donó los restos de la paloma y su medalla a las galerías de arte y museos de Dundee, Escocia.
El papel de las palomas
De las 50000 palomas que fueron empleadas por los diversos ejércitos durante la Segunda Guerra Mundial al menos 20000 fueron asesinadas en acción, mientras que el resto fueron capturadas por el enemigo y sólo dos mil pudieron regresar a salvo.
El papel que las palomas jugaron durante las grandes guerras ―en donde no se podía confiar del todo en el telégrafo o el teléfono― las hicieron convertirse en elementos cruciales para ganar la batalla como no sólo lo demostró Winkie, sino también G.I Joe y Cher Ami.
El cine ha sido un medio en donde se ha destacado esa figura como lo retrata la película animada Valiant, en donde se narra la historia de cómo una paloma quiere ser un héroe, o bien el documental War of the birds, que trata específicamente sobre el desempeño de las palomas en la Segunda Guerra Mundial.
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