El líder de la manada está relacionado por su temperamento, el jefe malhumorado que carga con el grupo y el controlador, sin embargo estas características son erróneas sobre todo para los lobos que están al mando; la humildad, la sabiduría e inteligencia son las características ideales para que sea un “macho alfa”.
Con todo este tipo de factores, se creería que la elección de un líder de la manada se da de manera natural por la trayectoría dentro del grupo o una acción de gran valor, no obstante todo podría tratarse de un parásito quien provoque que un lobo se convierta en la verdadera “punta de lanza”.
Connor J. Meye, Kira A. Cassidy, Erin E. Stahler y colaboradores descubrieron que el parásito Toxoplasma Gondii es el responsable de que un ser vivo tome acciones más arriesgadas dentro de su entorno, razón que lo llevaría en este caso a un lobo a convertirse en líder.
En su artículo “La infección parasitaria aumenta la asunción de riesgos en un carnívoro huésped intermediario social” publicado en la revista científica Communications Biology, los científicos revelaron que las especies infectadas por este parásito tienen una mayor probabilidad de liderar al grupo.
“Los lobos seropositivos tenían más probabilidades de tomar decisiones de alto riesgo, como dispersarse y convertirse en líderes de la manada, ambos factores críticos para el estado físico individual y las tasas vitales de los lobos”, especificaron los también integrantes del Proyecto Lobo del Parque Nacional de Yellowstone, tras el análisis de datos serológicos, espaciales y de comportamiento durante los últimos 26 años.
¿Qué es el Toxoplasma Gondii?
Este parásito protozoario fue descubierto por primera vez en 1.908, sin embargo la importancia médica que tuvo este agente fue a mediados del siglo XX, después de comprobarse que era un parásito común en animales de sangre caliente, relató el científico Jitender P. Dubey en su artículo “La historia del Toxoplasma gondii - Los primeros 100 años” publicado en la revista científica The Journal of Eukaryotic Microbiology.
Humanos, aves, nutrias y lobos son algunos de los animales que pueden ser infectados por esta bacteria, la transmisión del mismo se da a través del consumo de heces de felino o por comerse a otro hospedador intermedio, es decir alguna de las especies mencionadas anteriormente que están infectados por el T. Gondii.
La infección se da, también, a través de la ingestión de partículas liberadas en el medio ambiente, ya se a través del agua o de la vegetación, tras su consumo y con el paso del tiempo se forman quistes en el cerebro y tejido muscular, a este proceso se le conoce como toxoplasmosis.
“Los estudios experimentales han demostrado que las infecciones crónicas, incluso en personas sanas, pueden provocar un aumento en la producción de dopamina y testosterona”, específica Connor J. Meyer, uno de los autores del estudio. Esta situación podría significar un mayor registro de acciones agresivas, hiperactivas y de riesgo.
Proveniente de los felinos para hacer lobos líderes
Los integrantes del proyecto en el parque de Yellowstone comprobaron que los lobos que habitaban cerca de las zonas donde estaban los pumas eran más propensos a contagiarse y presentar cambios en su comportamiento.
De igual manera, apreciaron que los lobos infectados tendían a alejarse de la manada, lo que significa un comportamiento extraño puesto que generalmente, esta especie se traslada en grupo por motivos de seguridad; no obstante consideraron que el retirarse por breves momentos del “equipo” era una acción natural proveniente del protozoario.
Los huéspedes de T. Gondii tienen 46 veces más probabilidades de convertirse en líder de la manada; y al igual que en otros estudios realizados en chimpancés y hienas, se demostró que las especies seropositivas tienden a un cambio en sus actitudes, lo que les permite en convertirse en una imagen a seguir en sus grupos.