Reckless, la yegua más condecorada que sirvió a la Marina estadounidense en la Guerra de Corea

Reckless recibió una serie de condecoraciones por su valentía y determinación, entre ellas la Medalla Dickin que se le otorgó de forma póstuma

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Sargento Reckless siendo ascendido a Sargento Primero en 1959 en Camp Pendleton. (Wikimedia Commons)
Sargento Reckless siendo ascendido a Sargento Primero en 1959 en Camp Pendleton. (Wikimedia Commons)

El uso de los caballos en la Primera Guerra Mundial marcó un periodo de transformación en los conflictos armados, pues las unidades de caballería fueron consideradas partes esenciales de las fuerzas militares y sólo prueba de ello la sargento Reckless, una yegua cuya labor en la Guerra de Corea la hizo uno de los animales más famosos y condecorados en la historia.

La yegua, originalmente llamada Ah Chim Hai (luz del amanecer), era una cría de caballos mongoles de carrera. En 1952 fue vendida en 250 dólares al Cuerpo de Marinos de los Estados Unidos por un coreano que necesitaba dinero para comprar una pierna artificial a su hermana, quien había pisado una mina.

Aunque su fecha de nacimiento no está confirmada, el equino tenía alrededor de tres o cuatro años cuando fue adquirido por el teniente Eric Pedersen, quien la integró y entrenó como caballo de carga dentro del 5° Regimiento de la Infantería de Marina, de la Primera División, que se encontraba en tierras asiáticas apoyando durante la Guerra de Corea.

Las condiciones del terreno en donde se libraba la batalla eran montañosas, por lo que necesitaban de un animal capaz de transportar hasta 9 proyectiles de 24 libras para abastecer los rifles del pelotón.

Las personas más cercanas a Reckless fueron el sargento de artillería, Joseph Latham; el soldado de primera clase, Monroe Coleman, quien era su principal cuidador; y George “Doc” Mitchell, quien le daba atención médica.

Reckless se convirtió rápidamente en un elemento querido por la unidad y se le permitía deambular libremente por los campamentos e ingresar a las tiendas de campaña de los marinos para pasar las noches cuando había heladas. La comida tenía que estar supervisada, pues la yegua comía lo que se le atravesara.

“Reckless tenía un apetito voraz. Comería cualquier cosa, pero especialmente huevos revueltos y panqueques por la mañana con su taza de café matutino. También le encantaban los pasteles, las barras Hershey, los dulces y la Coca Cola, incluso las fichas de póquer, las mantas y los sombreros cuando la ignoraban”, dijo en su momento el marino Robin Hutton a CNN.

Por otro lado, los infantes de marina también le enseñaron a la yegua habilidades de sobrevivencia como no enredarse en los alambres de púas, acostarse cuando estaban bajo fuego o meterse a un búnker si se le daba la orden.

En la batalla

El sargento Reckless bajo fuego durante la Guerra de Corea. (Wikimedia Commons)
El sargento Reckless bajo fuego durante la Guerra de Corea. (Wikimedia Commons)

Según cuenta Tom Clavin en su libro Reckless, el caballo de carreras que se convirtió en un héroe de infantería de marina, la yegua fue bautizada bajo ese nombre cuando fue por primera vez al campo de batalla en un lugar llamado Hedley’s Crotch.

Monroe Coleman se encontraba con el animal cuando accionó su rifle por descuido, a lo que la potra reaccionó levantando las dos patas delanteras del suelo para luego comenzar a temblar. Su cuidador la calmó y para la segunda vez que disparó ella sólo resopló. Fue así como se fue acostumbrando al sonido de la artillería.

Para hacer las entregas con las municiones al pelotón Reckless necesitaba aprender la ruta unas cuantas veces para después realizar ella misma los viajes sin ningún tipo de guía.

Su logro más significativo fue durante la Batalla de Panmunjon-Vegas, un enfrentamiento durante la Guerra de Corea que tuvo como protagonistas a las fuerzas armadas del Comando de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que apoyaba a la parte sur, y China, que apoyaba a la parte norte.

Según se documentó, la yegua fue capaz de hacer 51 viajes de manera solitaria en un sólo día, llevando entre 4 a 8 proyectiles de 24 libras en cada viaje. Se calcula que ese día cabalgó 35 millas.

Pese a que ese enfrentamiento sólo duró tres días, la potra fue herida dos veces cuando fue alcanzada por metralla sobre el ojo izquierdo y una más en su flanco derecho. Debido a sus labores en esta misión, Reckless fue ascendida a cabo.

Reckless, una yegua de artillería del Cuerpo de Marines de los EE. UU. altamente condecorada en la Guerra de Corea, fotografiado junto a un rifle sin retroceso de 75 mm. (Departamento de Defensa A171729/Wikimedia Commons)
Reckless, una yegua de artillería del Cuerpo de Marines de los EE. UU. altamente condecorada en la Guerra de Corea, fotografiado junto a un rifle sin retroceso de 75 mm. (Departamento de Defensa A171729/Wikimedia Commons)

Más tarde también se convirtió en el primer caballo del Cuerpo de Marinos que participó en un desembarco anfibio ―una operación ofensiva militar en la cual las unidades marítimas se acercan lo suficiente a la costa para transferir tropas armadas a tierra, siendo una de las intervenciones más complejas y arriesgadas―.

Antes de lograrlo, el oficial al mando del transporte se había negado a que Reckless subiera a su barco, que tenía la fama de ser “el más limpio” durante dos años consecutivos. Sin embargo, no tuvo más opción que dejarla subir, pues ella estaba enlistada en el plan aprobado que habían presentado los marinos.

Ya arriba del barco, Reckless se enfermó y ensució las cubiertas del barco durante la primera parte del viaje, ello porque se mareó debido al movimiento del barco sobre el mar, pero después logró acostumbrarse.

El 10 de abril de 1954, varios meses después de haberse establecido un armisticio entre la región sur y norte de Corea, el comandante de la Primera División de Infantería de Marina de los Estados Unidos, Rudolph M. Pate, le dio a Reckless un ascenso a sargento, ceremonia en la que fue honrada con 19 cañonazos, con la presencia de los 1,700 hombres que conformaron la unidad en la que participó.

Reconocimientos

Reckless con su principal cuidador, el sargento de la Marina de los Estados Unidos, Joseph Latham. (Wikimedia Commons)
Reckless con su principal cuidador, el sargento de la Marina de los Estados Unidos, Joseph Latham. (Wikimedia Commons)

Debido a las dos heridas que tuvo durante la Batalla de Panmunjon-Vegas, Reckles recibió dos Corazones Púrpura, un tipo de condecoración que las Fuerzas Armadas estadounidenses dan a quienes hayan sido heridos o muertos en el servicio.

Ese fue sólo uno de otros reconocimientos de los que también se hizo acreedora: obtuvo la Medalla de Buena Conducta de la Infantería de Marina; una Mención de Unidad Presidencial con estrella de bronce; una Medalla del Servicio de la Defensa Nacional, una Mención de Unidad de la Armada y una Mención de Unidad Presidencial de la República de Corea.

Todos esos premios los lució en una manta, en donde además se agregó un Fourragere francés con el que había sido distinguido su pelotón, pero durante la Primera Guerra Mundial.

El 17 de abril de 1954 un artículo emitido por el diario The Saturday Evening Post informando que la yegua seguía en Corea ocasionó que partidarios estadounidenses exigieran su traslado a Estados Unidos. El dueño de Pacific Transport Lines, Stan Coppel, ofreció uno de sus barcos para que la yegua viajara gratis a San Francisco.

A su llegada al país, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos insistió en que completara un control médico y pruebas de laboratorio, lo que retrasaría su llegada y celebración que le habían preparado los marinos. Funcionarios accedieron a sólo extraer la sangre y dejarla pasar al país, bajo la advertencia de que en caso de tener alguna enfermedad sería asesinada o enviada de regreso al continente asitático.

Reckless se quedó un breve periodo en casa de la familia Pedersen y luego se mudó al Camp Pendleton de la Primera División de Infantería de Marina, en donde fue bien cuidada. Tiempo después tuvo tres caballos llamados Fearless, Dauntless y Chesty.

Reckless desarrolló artritis en la espalda, enfermedad que se fue volviendo peor conforme envejecía. El 13 de mayo de 1968 cayó cerca de un alambre de púas y murió mientras le curaban las heridas.

En su honor se colocó una placa y una fotografía en los establos del Camp Pendleton. Además, cuando fue inaugurado el Hipódromo Aqueduct, en Nueva York, la primera carrera fue designada como “Sgt Reckless”. Posteriormente la yegua también fue incluida en la revista LIFE como uno de los 100 héroes de todos los tiempos de Estados Unidos.

El 26 de julio de 2013, 45 años después de su fallecimiento, la escultora Jocelyn Russell hizo un monumento de Reckless en donde se le ve transportando municiones y fue colocado en el Parque Conmemorativo Semper Fidelis en el Museo Nacional de la Infantería de Marina en el 60 aniversario de la Guerra de Corea.

Además de este hay cinco monumentos adicionales hechos por la misma artista en diferentes puntos de Estados Unidos: Marine Corps Base Camp Pendleton, en California: Kentucky Horse Park, en Kentucky; el Museo Nacional de Vaqueras y Salón de la Fama en Texas; en Barrington Hills Farm en Illinois y el Centro Ecuestre Mundial en Florida. En Corea del Sur también existe una estatua en el Parque Histórico de Yeoncheon Gorangpogu.

El 28 de julio de 2016 la sargento Reckless recibió de forma póstuma la Medalla Dickin por sus años de servicio a las tropas estadounidenses; mientras que en el 2019 se convirtió en el primer ejemplar en recibir la Medalla de Animales en Guerra y Paz.

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