En 1948, mientras el mundo mantenía la mirada fija en la Guerra Civil China, un marinero británico de nombre George Hickinbottom encontró a un gato desnutrido y enfermo vagando por el puerto de Stonecutters Island en Hong Kong; sin pensar que ese felino se convertiría más tarde en el más grande héroe de la tripulación, lo escondió y lo puso a bordo de la balandra HMS Amethyst.
Además de mostrar compasión por Simon (como fue renombrado), Hickinbottom había visto en el minino un remedio para deshacerse de una infestación de ratas que estaba acabando con las provisiones de la embarcación y que ponía en riesgo la salud de la tripulación.
Fue cuestión de tiempo para que el gato se ganara el cariño de los marineros y del capitán Ian Griffiths, particularmente porque redujo a la mitad la cantidad de ratas que habitaban en las cubiertas inferiores del navío.
Según se cuenta en el libro War Animals: The Unsung Heroes of World War II, como muestra de aprecio, el gato llevaba ratas muertas a los catres de los marineros y luego iba a disfrutar de una siesta en la gorra del capitán.
Esa vida de privilegios también le fue permitida cuando el comandante Bernard Skinner reveló a Griffiths; sin embargo, aquella vida de salir de caza y dormir largas siestas pronto se vería alterada.
El incidente del río Yangtsé
El 20 de abril de 1949, la HMS Amethyst estaba en camino entre Shanghái a Nankín, sobre el río Yangtsé, para reemplazar al HMS Consort, que servía como barco de guardia para la embajada británica durante la Guerra Civil China protagonizada por el Kuomintang (KMT) o Partido Nacionalista Chino de Chiang Kai-shek y el Partido Comunista Chino (PCCh) bajo el liderazgo de Mao Tse-Tung.
Aunque en teoría las tropas británicas tenían permiso de navegar en esas aguas porque aún no tomaban partido en la disputa, integrantes del ejército comunista abrieron fuego por sorpresa sobre el navío, recibiendo el HMS Amethyst numerosos impactos y sufriendo grandes daños en la sala de timones, en el puente de mandos y en el generador. El barco quedó encallado en Rose Island.
Sin el comandante Skinner, que había sido herido mortalmente, y con los controles de disparo inutilizados, la embarcación rápidamente se convirtió en un blanco fácil y quedó a la deriva.
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El primer teniente, Geoffrey Weston, dio la orden a la tripulación de saltar por la borda; a los que no sabían nadar y a los heridos les pidió ocupar los botes salvavidas que no habían sido dañados. A bordo del buque quedaron 40 hombres ilesos, 12 heridos y 15 muertos, así como un gato con graves quemaduras y cuatro trozos de metralla en el cuerpo.
Según testimonios de la tripulación a Time y la revista Life, la mascota probablemente se encontraba dormida en la cabina del capitán cuando inició la ofensiva, por lo que no pudo ponerse a salvo y cuatro fragmentos de metralla le dañaron la espalda y las patas. Aturdido, el minino trató de ponerse a salvo arrastrándose como pudo aunque falló tras desmayarse.
Días después del ataque, el felino fue finalmente encontrado por el suboficial Griffiths, quien lo llevó a lo que quedaba de la enfermería del barco para ser atendido, pero ya sin grandes esperanzas de que pudiera sobrevivir.
Durante 10 semanas los sobrevivientes del ataque permanecieron en el barco a merced del ejército comunista, que exigía que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia retiraran sus tropas de toda China y que los oficiales del buque Amethyst admitieran que “habían disparado primero”, hecho que la tropa negó, por lo que el panorama parecía sombrío.
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Además, al estar encallados cerca de tierra y con numerosos orificios en la embarcación, las ratas habían infestado nuevamente las bodegas, la comida estaba escaseando y no sabían cuánto tiempo más iban a seguir en esa situación.
Como una bocanada de aire, el gato Simon luchó contra todo pronóstico y pudo librar la batalla contra la muerte y luego de un tiempo de recuperación regresó a sus deberes anteriores a cazar ratas, una de ellas apodada Mao Tse-Tung por su gran tamaño. Su actitud y sacrificio fue vital para levantar la moral de los marineros, que finalmente lograron reflotar el barco.
Llegó el 30 de julio de 1949 y el nuevo capitán Jonh Kerans, temeroso de no poder salir vivos de aquella situación, optó por la huída. Fue así que la embarcación se dejó llevar por la corriente durante la noche entre una lluvia de disparos, logrando recorrer 104 millas.
Después de unas largas horas de angustia para la tripulación, el Amethyst hizo contacto con el HMS Concord y otros barcos aliados. Finalmente, el 11 de agosto de 1949 lograron arribar nuevamente a Hong Kong, territorio que en ese entonces estaba bajo la administración británica.
El único gato laureado
A su a Inglaterra, además de condecorar a los tripulantes del HMS Amethyst, el gato tuxedo ―por su pelaje blanco y negro― se convirtió en toda una celebridad. Fue tanta su popularidad que el gato también recibía cientos de cartas, latas de comida y juguetes de sus aficionados, por lo que el teniente Stewart Hett fue declarado “oficial gato” y tenía la única tarea de manejar toda la correspondencia de Simon.
El 5 de agosto el periódico Associated Press dio a conocer que el animal sería premiado con la Medalla Dickin, equivalente a la Cruz Victoria, que se entrega a los animales por sus acciones en conflictos bélicos. Simon no solo fue el único felino en recibir un Dickin, sino que también fue el único animal de la Royal Navy en tenerla.
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En dicha medalla, que sólo ha sido entregada a 61 animales, se lee: “[...]servicio señalado y meritorio… con una sola mano y sin armas acosa y destruye a Mao Tse-Tung, una rata culpable de asaltar suministros de alimentos que eran extremadamente escasos. Además, se hace saber, que del 22 de abril al 4 de agosto, libró al HMS Amethyst de la pestilencia y las alimañas, con fidelidad implacable”.
Lamentablemente Simon no pudo recibir dicho reconocimiento, pues a su llegada a tierras británicas fue puesto en cuarentena y el 28 de noviembre de 1949 falleció por una enfermedad vírica producto de sus heridas de guerra. Su obituario fue publicado en el Times y al funeral asistió la tripulación del HMS Amethyst.
En su lápida, ubicada en el cementerio de animales de Ilford, Londres, se lee: “EN MEMORIA DE ‘SIMON’ SIRVIÓ EN EL H.M.S. AMETHYST DE MAYO 1948 — NOVIEMBRE 1949. OTORGADA MEDALLA DICKIN EN AGOSTO 1949. MURIÓ 28 NOVIEMBRE 1949. DURANTE EL INCIDENTE DEL YANGTSÉ SU COMPORTAMIENTO FUE DE PRIMER ORDEN”.
La historia de Simon ha sido contada a través de la literatura en títulos como Seacat Simon: The little cat who became a big hero de Jacky Donovan o bien ha sido considerado por otros artistas como Paul Gallico, quien le dedicó a Simon la novela Jennie.
Mientras que la de la tripulación del HMS Athemyst y el incidente del Yangtsé fue adaptada en una serie radiofónica llamada Log of the Marne (1951), así como en la pelicula Yangtse Incident: The Story of HMS Amethyst (1947), protagonizada por Richard Rodd.