Hace ya casi una década, Intensamente (2015) revolucionó el campo de la animación y revivió las épocas de gloria de los estudios Pixar con un concepto tan original y rupturista que sus propios creadores tenían pánico de que no funcionara entre la audiencia masiva. No solo funcionó, sino que además se convirtió en un éxito absoluto y un clásico instantáneo, a la altura de los mejores del estudio como Toy Story (1995) y Monsters Inc. (2001).
Era solo cuestión de tiempo para que aparecieran más historias ambientadas en el mismo mundo, que Pete Docter (director y guionista) y Jonas Rivera (productor) confesaron haber tenido que reducir para hacerlo encajar en una sola película. El resultado fue impecable y todas esas ideas descartadas en una primera instancia quedaron flotando en las mentes de sus creadores y en los tableros de Pixar, listas para ponerse al servicio de una nueva historia.
Tras nueve años de trabajo e inmensas -y merecidas- libertades creativas, llegó la segunda parte de la película, que incorporaba emociones más complejas en la mente de Riley. El éxito con el público y la crítica volvió a ser arrollador y se volvió evidente que no importa cuánto de este mundo tengan para ofrecernos, siempre queremos más. Porque la mente humana es tan inabarcable como el potencial de historias que este universo tiene para ofrecer.
Las ideas siguieron circulando en paralelo a la producción de Intensamente 2 (2024) y así fue como pronto estuvieron listas para anunciarse no una, sino dos series derivadas (o spin-off). El productor Jonas Rivera -convertido ahora en vicepresidente ejecutivo de Pixar Animation- se presentó en el escenario del evento D23 en Brasil para mostrar un adelanto exclusivo de la primera serie ambientada en el mundo de Intensamente: Dream Productions (bautizada en español como Producciones de Ensueño).
La primera convención exclusiva de Disney en Latinoamérica fue testigo del lanzamiento de esta serie y se pudo ver el primer episodio en un auditorio repleto de fans y representantes de la industria (incluido Kevin Feige, el presidente de producción de Marvel Studios). Dream Productions (2024-) es una parodia directa de la industria de Hollywood y sus pormenores entre directores, productores, guionistas y estrellas, dando un vistazo al complejo mundo “detrás de cámaras” que se ocupa de la producción de los sueños en la mente de Riley.
Tal como vimos en las dos películas de Intensamente, esta enorme fábrica de sueños está compuesta por trabajadores de la mente con funciones específicas en cada área de esta enorme maquinaria que se activa de noche, cuando Riley duerme. Incluso pudimos conocer a su máxima estrella, Unicornio Arcoiris, quien protagoniza los sueños de Riley durante su infancia. Ahora descubriremos el origen de su popularidad y seremos testigos de su decadencia, a medida que Riley va entrando en la adolescencia.
Como toda adolescente, Riley siente “cringe” por lo que alguna vez amó en su infancia, así como por las decisiones de sus padres y todo lo que no se ajuste a lo que ella ahora considera “cool”. Sus sueños tienen la función de ayudarla a procesar estos cambios y hay toda una industria desplegada alrededor de esta necesidad, que parodia el funcionamiento de Hollywood. La protagonista de esta nueva historia es Paula Persimmon (interpretada por Paula Pell), una directora venida a menos que fue la responsable de los mejores sueños en la infancia de Riley.
Enfrentada con la tarea de dirigir sueños adecuados para esta nueva etapa en la vida de la protagonista, Paula se niega a aceptar los cambios propuestos y parece completamente desconectada de la realidad, incluso la suya propia. La directora entra en crisis cuando su fiel asistente de dirección es promovida después de años para convertirse en su par, y Paula debe aceptar a regañadientes la ayuda de Xeni (Richard Ayoade), un joven aspirante a cineasta acomodado, rupturista y ambicioso.
Los temas de Dream Productions y su tratamiento están mucho más cerca de las problemáticas adultas de cualquier trabajador que de las experiencias de un niño. Pero de todas maneras la historia es comprensible y disfrutable para los más chicos, al igual que los alucinantes diseños de personajes, escenarios y animación que caracterizan a Pixar. El nivel de producción está a la altura de cualquiera de sus películas, aunque sea una serie concebida para su plataforma de streaming Disney+.
El estilo de la serie emula a las famosas sitcom mockumentary de la década pasada, tan populares hoy en día gracias al boca en boca, su impecable humor irónico y su disponibilidad para maratonear en streaming, como The Office (2005-2013) y Parks and Recreation (2009-2015). No es casualidad que algunos de los principales miembros de su elenco como Amy Poehler y Phyllis Smith sean quienes interpretan a Alegría y Tristeza, respectivamente.
Las emociones principales de Riley hacen una aparición estelar en esta serie de apenas cuatro episodios, pero sin interferir en la historia ni interactuar con los nuevos personajes (algunos de los cuales ya vimos brevemente en las películas y reconoceremos en algún rewatch). Entre el nuevo elenco se destaca también la interpretación de Maya Rudolph como Jean Dewberry, la implacable jefa de producción de esta máquina de sueños que debe seguir funcionando a toda costa.